El pensionado perderá entre US$100 y US$150 mensuales.
Por: Confidencial, Nicaragua.
Las reformas al Reglamento de la Ley de Seguridad Social en Nicaragua, que fueron dictadas por el gobierno de Daniel Ortega el pasado 20 de diciembre, "no resolverán los problemas actuariales ni financieros del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, (INSS)", según el experto Manuel Israel Ruiz, entrevistado en el programa de televisión Esta Noche.
Luego de varios años de plantear la necesidad y la urgencia de hacer una reforma al sistema de pensiones, y de una discusión de tres meses sobre la propuesta presentada por el Ejecutivo a los empresarios organizados en el Consejo Superior de la Empresa Privada, y a los representantes de los trabajadores, Ortega mandó a publicar la reforma, en la que se elevan los techos máximos cotizables, se incrementa el aporte patronal, y se reactiva el cobro del 0.25% laboral para financiar las pensiones a las víctimas de guerra.
El incremento que eso significará en las cotizaciones que engrosarán las arcas del Instituto es insuficiente. "La reforma es muy pequeña, y no resuelve los 25 problemas que tiene el INSS, cuya situación sigue siendo grave". Para comenzar a solucionarlos de verdad, "la reforma tiene que ser integral", dijo el experto.
Aunque siempre se dijo que la reforma sólo afectaría a los empleadores y a los asalariados que están en la cima de la escala- en realidad sí afectará a un gran número de cotizantes de medianos ingresos. Entre el 20% y el 25%, según Ruiz. Esto es así, porque se cambió la forma en que se calcula la pensión de los asegurados. Cada día se solicitan unas 15 pensiones por vejez, lo que suma unas 4.000 por año.
Cien dólares menos
A partir del 2014, los solicitantes que devenguen dos veces el salario mínimo de la industria manufacturera (o sea, los que reciben más de C$6.968 mensuales, unos US$270), verán cómo cambia la forma de calcular esas pensiones, de donde resultará una merma a sus ingresos.
A modo de ejemplo, Ruiz dijo que con el antiguo método de cálculo, un trabajador que se retirara con un salario de C$15.000 (US$590) obtendría una pensión de C$8.550 (US$377), mientras que con el nuevo método sólo puede esperar recibir C$7.500 (US$295), lo que representa una pérdida de ingresos superior a los C$1.000 mensuales (US$39).
Otra forma de verlo muestra que antes había que cotizar 32 años para obtener una pensión equivalente al 80% del salario del jubilado, mientras que ahora habría que cotizar 40 años para llegar al 79%. Dependiendo de muchas variables "el pensionado perderá entre US$100 y US$150 mensuales. Entre más tiempo haya cotizado, es más lo que perderá", aseguró el experto.
Las reformas aprobadas por Ortega también obligan a los trabajadores activos a volver a aportar el 0,25% que debían entregar para financiar las pensiones de las víctimas de guerra, a pesar que esa contribución ya había sido eliminada por el artículo 32 de la Ley 830, de febrero del 2013, o Ley de Atención Especial a los Afectados por la Guerra.
Eso conlleva un problema, porque un decreto ejecutivo no puede pasar sobre una Ley de la República, como es la 830, lo que da pie para que cualquier trabajador que se vea afectado por esa medida, recurra legalmente en contra de la misma, añadió Ruiz.
Aporte patronal también subió
A pesar de todas las negociaciones planteadas, al final los empleadores sí tendrán que incrementar en tres puntos porcentuales su aporte a la seguridad social, además de tener que elevar el monto que ya entregan por cada uno de sus trabajadores que están en los puntos más altos de la escala salarial.
Hasta el 2013, el salario máximo por el cual el INSS podía reclamar una cotización eran los C$37.518 (US$1.479) acordados en el 2005, que entonces equivalían a unos US$2.264 (US$89). Según la Ley, los empleadores debían entregar el 16% al INSS, por cada trabajador que estuviera por encima de esa escala.
A partir del primero de enero pasado, la escala se elevó dos veces para los empleadores, porque subió el porcentaje a cubrir, a la vez que subía el techo máximo cotizable. Así, ese techo se eleva hasta los C$54.964 (US$2.167) a partir del 2014, mientras que el aporte patronal pasa a ser del 17%.
En el 2015, el máximo cotizable llegará hasta los C$72.410 (US$2855), mientras que el aporte patronal será del 18%.
El aporte patronal será del 18,5% en el 2016, y se estabilizará en 19% a partir del 2017.