Por estategiaynegocios.net
Los resultados de la operación de recompra de los bonos de El Salvador que se centraron en los de vencimiento en el año 2025 indica que el Gobierno apunta a mejorar la percepción del mercado sobre su capacidad de reembolso a mediano plazo, en lugar de optimizar el uso de la liquidez disponible, señala un reporte de Grupo EMFI.
Recientemente, los tenedores de bonos salvadoreños presentaron US$179 millones para el bono con vencimiento en 2023 y US$433 millones del bono de 2025. El gobierno aceptó la totalidad de los bonos 2025 y US$133 millones del bono 2023 (74 % del monto ofertado), gastando los US$360 millones asignados a la operación. Una vez que se liquide la recompra, quedarán pendientes US$667 millones de 2023 y US$367 millones de 2025.
De acuerdo con Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda, El Salvador ahorró más de $275 millones, al realizar esta operación.
“La operación de compra anticipada ha sido completada, el pago de los $565.6 millones en bonos, que la República recompró, ha sido depositado a nuestros bonistas en los términos de la invitación”, dijo Zelaya.
A juicio de Grupo EMFI, el hecho de centrarse en la recompra de los bonos 2025 indica que el Gobierno pretende mejorar la percepción del mercado sobre su capacidad de reembolso a mediano plazo, en lugar de optimizar el uso a corto plazo de la liquidez disponible.
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“Desde una perspectiva racional, sería ilógico malgastar el dinero en el pago de un bono que vence en 29 meses si se cree que no se podrá pagar el que vence en 4”, señala el reporte.
Informes anteriores indican que el presidente de la república, Nayib Bukele intentará evitar un evento crediticio políticamente costoso antes de las elecciones presidenciales de 2024 (a las que ha confirmado que se presentará para reelección).
El docimento estima que, si consigue llegar a esa fecha, el vencimiento de enero de 2025 “sería un reto relativamente pequeño”, dado el escaso saldo pendiente (US$367 millones) después de que se liquide la recompra.
De hecho, Bukele ha anunciado una segunda recompra por los montos remanentes. “La operación fue tan exitosa, que hemos decidido lanzar OTRA OFERTA por el remanente de los bonos del 2023 y 2025. Siempre de manera pública, transparente y a los PRECIOS DE MERCADO en el momento de la recompra, que se hará en 8 semanas”, dijo el mandatario.
“Creemos que esta es una movida arriesgada, ya que es equivalente a poner todas las fichas en tratar de reacceder al mercado al costo de potencialmente quemar grandes cantidades de liquidez”, advierten.
Sin embargo, a pesar de “la visión constructiva de los resultados”, EMFI sigue “siendo escépticos” sobre la posibilidad de que El Salvador recupere el acceso al mercado, dados los precios profundamente deprimidos de los bonos más allá de 2025.
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La percepción del mercado parece ser que la recompra reafirmó la disposición a pagar en el corto plazo, pero no mejora materialmente la sostenibilidad a largo plazo.
“Nuestra lectura es en cierto modo diferente, ya que pensamos que el enfoque en el mediano plazo que implica el énfasis en la recompra de los bonos 2025 aumenta las probabilidades de algunos de nuestros escenarios más positivos, incluido aquel de supervivencia más allá de enero 2025”, acota el reporte.