Por Prensa Libre
El estudio da cuenta de que de los aproximadamente 16.000 kilómetros de red vial registrados -excluidos los caminos rurales no registrados-, el 40% está en buenas condiciones, 35% en buen estado y el 25% restante en mal estado.
El documento agrega que en términos de cobertura de la red de carreteras, la densidad misma en Guatemala es de 0,13 kilómetros por cada kilómetro cuadrado, similar a la de sus vecinos de Centroamérica, excepto Costa Rica que tiene 0,74 kilómetros por cada kilómetro cuadrado de su territorio.
El documento resalta la importancia de fortalecer a las instituciones que gestionan las carreteras de Guatemala. De acuerdo con el texto, la política pública que se centró en el desarrollo de la infraestructura debe tratar de proporcionar infraestructura vial fuerte con el fin de asegurar una buena calidad de servicio.
Según el BM, la Dirección General de Caminos (DGC) ha presupuestado Q24.000 millones (US$2.832) dentro del Plan de Desarrollo Vial para 2008-2017.
Sin embargo, la ejecución de ese plan depende de las prioridades de cada gobierno. Por aparte, el documento refiere que el Plan de Obras de Infraestructura Multimodal preparado con el apoyo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom) en el 2007 tiene una visión general y no pudo tomar en cuenta los detalles que se necesitan en términos de estrategias, planes y desarrollo del subsector de la infraestructura vial.
Los esfuerzos se concentran en la mejora y extensión de la red de la carretera CA-1, CA-2, CA-9, así como las entradas a las cabeceras municipales.
Entre las instituciones financieras internacionales se menciona al Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, BCIE, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Brasil) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), entre otros. También se menciona el interés de encontrar financiamiento en países vecinos como México.
Según el BM, uno de los principales desafíos es terminar con la fragmentación en las responsabilidades de las entidades que velan por las carreteras en el país.
El texto refiere que la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial), la DGC, municipalidades y varios fondos trabajan en la red vial, pero existe la necesidad de consolidar, clarificar responsabilidades y mejorar la colaboración, especialmente entre las dos primeras instituciones en términos de planificación y mantenimiento de la red.
Lo anterior significa tener un inventario de las vías, tránsito, planificación, investigación y asignar prioridades. De acuerdo con el documento del BM, aún hay deficiencias en los procedimientos de adquisiciones, demoras en la preparación de los proyectos y en los procesos de adquisición.
Se observan retrasos internos en el mismo DGC para satisfacer algunas de las normas vigentes y hay proyectos que no llevan una eficiente ejecución de los contratos.
Además, no hay sistemas de contratación que permitan aumentar la colaboración entre el cliente y el contratista y la asignación de los riesgos a la parte que está en mejores condiciones de manejar.
El informe del BM también hace referencia que los fenómenos como el huracán Mitch en 1998, el huracán Stan en el 2005, la erupción del Volcán de Pacaya y la tormenta ágatha del 2010 y otros eventos -tormenta tropical Boris en el 2014 y el huracán Bárbara en el 2013), han repercutido en la frágil infraestructura vial del país y han afectado la movilidad de la población y producción interna.
Según el informe, los fenómenos han afectado los planes de inversión, por lo que es importante reasignar fondos para recuperar los tramos carreteros y la infraestructura dañada.
El estudio da cuenta de que de los aproximadamente 16.000 kilómetros de red vial registrados -excluidos los caminos rurales no registrados-, el 40% está en buenas condiciones, 35% en buen estado y el 25% restante en mal estado.
El documento agrega que en términos de cobertura de la red de carreteras, la densidad misma en Guatemala es de 0,13 kilómetros por cada kilómetro cuadrado, similar a la de sus vecinos de Centroamérica, excepto Costa Rica que tiene 0,74 kilómetros por cada kilómetro cuadrado de su territorio.
El documento resalta la importancia de fortalecer a las instituciones que gestionan las carreteras de Guatemala. De acuerdo con el texto, la política pública que se centró en el desarrollo de la infraestructura debe tratar de proporcionar infraestructura vial fuerte con el fin de asegurar una buena calidad de servicio.
Presupuesto ambicioso
Según el BM, la Dirección General de Caminos (DGC) ha presupuestado Q24.000 millones (US$2.832) dentro del Plan de Desarrollo Vial para 2008-2017.
Sin embargo, la ejecución de ese plan depende de las prioridades de cada gobierno. Por aparte, el documento refiere que el Plan de Obras de Infraestructura Multimodal preparado con el apoyo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom) en el 2007 tiene una visión general y no pudo tomar en cuenta los detalles que se necesitan en términos de estrategias, planes y desarrollo del subsector de la infraestructura vial.
Los esfuerzos se concentran en la mejora y extensión de la red de la carretera CA-1, CA-2, CA-9, así como las entradas a las cabeceras municipales.
Entre las instituciones financieras internacionales se menciona al Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, BCIE, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Brasil) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), entre otros. También se menciona el interés de encontrar financiamiento en países vecinos como México.
Desafíos
Según el BM, uno de los principales desafíos es terminar con la fragmentación en las responsabilidades de las entidades que velan por las carreteras en el país.
El texto refiere que la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial), la DGC, municipalidades y varios fondos trabajan en la red vial, pero existe la necesidad de consolidar, clarificar responsabilidades y mejorar la colaboración, especialmente entre las dos primeras instituciones en términos de planificación y mantenimiento de la red.
Lo anterior significa tener un inventario de las vías, tránsito, planificación, investigación y asignar prioridades. De acuerdo con el documento del BM, aún hay deficiencias en los procedimientos de adquisiciones, demoras en la preparación de los proyectos y en los procesos de adquisición.
Se observan retrasos internos en el mismo DGC para satisfacer algunas de las normas vigentes y hay proyectos que no llevan una eficiente ejecución de los contratos.
Además, no hay sistemas de contratación que permitan aumentar la colaboración entre el cliente y el contratista y la asignación de los riesgos a la parte que está en mejores condiciones de manejar.
Desastres naturales
El informe del BM también hace referencia que los fenómenos como el huracán Mitch en 1998, el huracán Stan en el 2005, la erupción del Volcán de Pacaya y la tormenta ágatha del 2010 y otros eventos -tormenta tropical Boris en el 2014 y el huracán Bárbara en el 2013), han repercutido en la frágil infraestructura vial del país y han afectado la movilidad de la población y producción interna.
Según el informe, los fenómenos han afectado los planes de inversión, por lo que es importante reasignar fondos para recuperar los tramos carreteros y la infraestructura dañada.