Por estrategiaynegocios.net
Es común que las empresas se enfoquen en los números de sus ganancias, en ofrecer buenas prestaciones a sus empleados, y en mantener felices a sus clientes, pero pocas saben que para lograr todo esto, junto con un crecimiento sostenible, no sólo hace falta una buena administración y campaña de marketing, sino que es imprescindible que el ambiente laboral sea positivo.
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Nora Taboada, coach ejecutiva y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, comparte las red flags de una ambiente laboral tóxico y qué hacer al respecto.
- Poca o mala comunicación entre el personal.
- Falta de priorizacion y no hay reconocimiento al trabajo y esfuerzo individual.
- Ausencia de liderazgo o presencia de liderazgo negativo (que divide en lugar de unir).
- Carencia de planificación y roles claros para cada empleado y puesto.
- Competitividad tóxica.
- Sobrecarga de trabajo, así como exceso de rumores negativos.
Debido a esto, algunos efectos que el ambiente laboral tóxico trae para los trabajadores y trabajadoras, son estrés, ansiedad, baja productividad, agotamiento y depresión. Para evitar esto, o en su caso contrarrestarlo, Taboada propone lo siguiente:
1. Reforzar habilidades de líder/lideresa: Como dueño o dueña de la empresa o negocio, es importante reforzar una soft skill tan importante como el liderazgo, “si una empresa no tiene rumbo o es dirigida con prácticas que no son del todo beneficiosas o saludables a largo plazo, entonces es necesario preparar o capacitar a los principales líderes de la empresa. No importa qué tan buenos sean o seamos en lo que hacemos, es indispensable aprender a ver el todo y por las personas a nuestro cargo”, indicó Taboada.
2. Identificar la raíz de los problemas: No es posible poner manos a la obra en las acciones si primero no se identifica cuáles son los principales factores que crean el ambiente tóxico en el lugar de trabajo. Esto puede ser un grupo de trabajadores que se enfrentan entre sí, malentendidos, mala comunicación, falta de claridad en las instrucciones de los responsables de equipo, etcétera.
Una vez identificados los problemas, es posible establecer una estrategia para contrarrestarlos, como realizar una junta con un mediador en el que se expresen las insatisfacciones de cada grupo en discordia, o realizar una junta semanal para definir las prioridades de cada equipo; lo que sea necesario en cada caso.
3. Realizar dinámicas de grupo: A veces, resulta necesario salir del ambiente laboral para realmente llegar a conocer a las personas y aprender cómo “llegarles”, para lo cual puede funcionar planear una cena o salida después de las horas laborales. Si esto no es posible, entonces algunas dinámicas de confianza, juegos y trabajo en equipo una vez por semana en la oficina o sala de juntas puede ser suficiente para mejorar las relaciones, incluso para fomentar la sana competitividad.
4. Fomentar el florecimiento (flourishing): “Esto es, fomentar el bienestar de los miembros del equipo para evitar estrés o burnout, y a fin de liberar todo el potencial de cada uno por medio de la autonomía, habilidades, fortalezas y vocación personal. De esta manera, no sólo gana la empresa con mayor productividad y compromiso, sino que se gana en realización personal y empleados más felices; puedes aprender más sobre esto con mi ebook gratuito sobre Job Crafting”, indicó Taboada.
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5. Mejorar el diálogo: Muchas veces, cuando existe un ambiente laboral tóxico, las instrucciones o problemas suelen circular en la oficina como rumores ante la falta de claridad y estrategias efectivas de comunicación, para contrarrestar esto, se deben poner en práctica acciones claras para mejorar el diálogo y la transmisión de mensajes. Ya sea que se establezca un chat para aclarar todas las dudas, o transmitiendo la confianza a los miembros del equipo de que siempre pueden acercarse con su supervisor o jefe para resolver dudas o conflictos. La comunicación cara a cara siempre será lo mejor para evitar malentendidos.