Por revistaeyn.com
S&P Global Ratings ubica a Costa Rica en el grupo BICRA 8, con una evaluación de riesgo económico 7 y riesgo de la industria 8, y califica el respaldo gubernamental como "incierto". La agencia subraya que, aunque la calidad de activos se ha estabilizado, persisten vulnerabilidades estructurales que limitan la resiliencia y la rentabilidad del sistema financiero.
En su diagnóstico, S&P destaca como fortaleza una base de depósitos estable que sostiene el fondeo del sistema bancario. No obstante, advierte riesgos importantes: la alta dolarización de los balances, el acceso limitado a mercados de capital profundos y un marco regulatorio que aún está rezagado respecto a los estándares internacionales (Basilea III).
Estas restricciones elevan la exposición del sistema frente a shocks externos y limitan las opciones de financiación fuera de los depósitos, señala S&P Global
La calificadora también enfatiza que la estructura del mercado penaliza la rentabilidad: los dos bancos estatales más grandes concentran una parte relevante de la cartera de préstamos (alrededor del 35%), lo que genera distorsiones competitivas y presiona márgenes y retornos.
En cifras, S&P proyecta un retorno sobre capital (ROE) moderado —cercano al 2.9 % para 2024— y un retorno sobre activos promedio del sistema alrededor del 0.5 %, niveles por debajo de muchos pares regionales.
En términos de calidad de activos y pérdidas, la agencia observa que las pérdidas crediticias se mantienen contenidas (con estimaciones de 0.66 % en 2024 y 0.7 % en 2025), y plantea que si los activos improductivos se mantienen en torno al 3% y las pérdidas por debajo del 1 %, la tendencia económica podría fortalecerse y dar pie a una revisión al alza de ciertos indicadores de riesgo.
No obstante, algunas métricas históricas muestran niveles de activos improductivos más elevados, por lo que el mantenimiento de la estabilidad será clave.