Por revistaeyn.com
Larry Fink, CEO y presidente de BlackRock, se dirigió al Club Económico de Nueva York con una perspectiva cautelosa sobre el clima económico actual, ya que el mercado ha estado en fuerte declive desde los anuncios de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fink describió la economía como débil y no descartó la posibilidad de que el mercado experimente una caída adicional del 20 %. A pesar de ello, no anticipó el riesgo sistémico y sugirió que, a largo plazo, la situación podría presentar más oportunidades de compra que de venta.
Fink expresó su preocupación por el excepcionalismo estadounidense, que cree que ha sido dejado de lado recientemente, y describió a Estados Unidos como un país que está pasando de ser una fuerza estabilizadora a una que puede estar causando inestabilidad.
Presentó una visión matizada del futuro, sugiriendo que los resultados podrían ir desde un renacimiento económico hasta una recesión significativa. Señaló el cambio en el mercado laboral de Estados Unidos, donde solo el 8 % de los trabajadores están en la manufactura, con un salario inicial de alrededor de US$25 por hora, y enfatizó el potencial de creación de empleo en otros sectores.
El consejero delegado de la mayor gestora de activos del mundo destacó las presiones inflacionarias y expresó su preocupación de que las políticas de la Casa Blanca puedan ser más inflacionarias de lo que espera el mercado.
Predijo que no habrá recortes de tasas de la Reserva Federal y advirtió que la inflación podría empeorar si se implementan todos los aranceles propuestos. Fink también pronosticó un debilitamiento del dólar e instó a la administración Trump a centrarse en políticas favorables al crecimiento.
Según Fink, muchos directores ejecutivos creen que es probable que Estados Unidos ya esté en recesión. Criticó el enfoque del presidente Trump en políticas inflacionarias y desestabilizadoras, que dijo que han llevado a una mayor volatilidad y podrían desacelerar el consumo.
Fink también señaló que la caída del mercado está afectando a Main Street y anticipó que las empresas, las acciones estadounidenses y los consumidores sentirán el impacto. Pronosticó más evidencia de una desaceleración económica en los próximos meses, con una carga significativa que se trasladará a los consumidores.
Con información de Investing