Por revistaeyn.com
Los comerciantes de la región de Bocas del Toro en Panamá se enfrentan a un panorama incierto.
Las protestas que se viven en la zona y la operación policial han afectado para el abastecimiento de insumos, no han permitido el ingreso de dinero en efectivo para recargar cajeros automáticos y los saqueos ponen en riesgo la continuidad de varios de ellos.
Aris Pimentel, presidente de la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, dice que las empresas en la provincia están facturando menos del 25 %, mientras que en Isla Colón -punta de lanza del turismo en la región- si acaso llega al 15 %, lo que ha obligado a suspender contratos, reducir planillas y en algunos casos cerrar comercios.
Según recoge el medio La Estrella de Panamá, que también relata cómo han sucedido algunos saqueos, en la zona se vive un panorama de zozobra, mismo que inició con los bloqueos de carretera, pero se agravó considerablemente tras el inicio de la operación Omega, en la que se estableció un bloqueo total por la fuerza pública.
El Gobierno de Panamá declaró el pasado el "estado de urgencia" en la provincia caribeña después de una "escalada" de violencia en la víspera durante las manifestaciones que azotan hace casi dos meses a esa zona bananera contra una reforma a la Seguridad Social.
“La falta de comunicaciones es un golpe mortal, se ha vuelto muy difícil coordinar, traer insumos”, dijo el empresario al medio panameño.
La frontera con Costa Rica es de las pocas vías para abastecer a la provincia y que evita un desplome en general.
La suspensión de las operaciones de la transnacional Chiquita y la suspensión de los salarios de los maestros en huelga, subraya, han contraído la demanda y la economía informal ligada a esta, empeorando así la crisis.
El líder empresarial llama al diálogo para terminar con esta situación.
No son los únicos. A la fecha, los cierres de las vías ya han impactado a algunas actividades económicas, que han reportado pérdidas millonarias en una provincia que subsiste por el turismo y el banano, que es el rubro número uno de exportación del país y que solo en los primeros meses del 2025 representó el 17,6 % de las exportaciones totales.
Incluso, el viceministro de Finanzas, Fausto Fernández, indicó que la provincia se encuentra en una espiral muy peligrosa del que potencialmente puede tomar décadas recuperarse.
LA REFORMA SOCIAL, LA MANZANA DE LA DISCORDIA
Las protestas en contra de la ley vigente que reforma a la Seguridad Social comenzaron en abril en todo el país, empujadas por algunos sindicatos de profesores y trabajadores de la construcción que decidieron ir a paro. Sin embargo, el Gobierno de Panamá señala que las manifestaciones son por ideología política.
Las semanas siguientes fueron escalando de manera irregular y en mayo los trabajadores bananeros de Bocas del Toro se unieron al paro al consideran que la ley en mención afectaba sus beneficios laborales al modificar la anterior de 2017 que reglamentaba el sector.
Bocas del Toro se convirtió en la provincia más crítica respecto a esas protestas: los fuertes bloqueos de las carreteras han hecho que se agoten los insumos básicos en esa provincia, mayormente insular y dependiente económicamente de la industria bananera y turismo.
Sin embargo, entró en vigor una nueva ley especial con mayores beneficios laborales para los trabajadores de las bananeras, después de que los diputados acordaran con los sindicalistas del sector el levantamiento de los bloqueos viales a cambio de la aprobación de la ley.
Pero otros sectores de la sociedad civil y profesores desconocieron dicho acuerdo e iniciaron nuevas manifestaciones con obstrucciones viales y enfrentamientos, que se endurecieron con la llegada esta semana del operativo policial.
El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, dijo en una entrevista al rotativo La Prensa que en las zonas donde hay disturbios en Bocas del Toro operan al menos tres pandillas así como otros grupos delictivos, que estarían presuntamente detrás de los actos vandálicos y apoyados por algunos políticos.
Durante la operación Omega ya hay unos 300 detenidos.
