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Amigos del reto y la aventura

La montaña seduce y apela. Invita a cruzar límites y forjar temple. Para los hombres de negocios, la montaña puede convertirse en su mejor coach. Aquí la experiencia de tres ejecutivos nicaragüenses.

2014-02-21

La montaña seduce y apela. Invita a cruzar límites y forjar temple. Para los hombres de negocios, la montaña puede convertirse en su mejor coach. Aquí la experiencia de tres ejecutivos nicaragüenses.

Por: Roberto Fonseca

Comenzaron compartiendo la pasión por el ciclismo de montaña, el senderismo y las carreras a campo traviesa. A partir del 2009, tres ejecutivos nicaragüenses gozan al escalar montañas de riesgo medio en América.

Marco López y el ingeniero Benjamín Lanzas dieron el primer paso. En el 2007, ambos, amigos desde la infancia, se apuntaron para participar en una excursión al volcán Rainier, localizado en el estado de Washington, promovida por la legendaria compañía estadounidense Mountain Madness.

Sin entrenamiento ni preparación técnica, los dos se fueron a alcanzar la cumbre del monte Rainier, el pico más alto de la cordillera de Las Cascadas, con sus 4.392 metros sobre el nivel del mar. La cita: verano del 2007.

'No sabíamos en qué nos estábamos metiendo, fue un reto fuerte, ya que por estar más cerca del Polo Norte, el monte Rainier tiene bastantes glaciares y el frío era intenso. Además, en Estados Unidos no tienes equipo de apoyo, así que todo el tiempo te toca cargar tu equipo y acampar sobre el hielo. Pero logramos completar la misión', dijo López, ejecutivo del banco internacional Citi.

Desde entonces se propusieron escalar una montaña diferente cada año, pero para ello decidieron tomar un curso básico de alpinismo en el monte Shuksan, estado de Washington, en la cordillera de Las Cascadas norte.

Durante 12 días, relató López, vivieron literalmente en el glaciar. De allí extrajeron agua, también cocinaron y armaron las carpas sobre el hielo. Fue un reto difícil y distinto en esa cordillera La Cascada norte, considerada la cuna del alpinismo estadounidense y de donde han surgido figuras legendarias del montañismo.

En el 2009 se incorporó óscar Amador, el tercer miembro del grupo de amigos y gerente de una franquicia publicitaria. Ese año se trazaron la meta de incorporarse a la excursión de Cordillera Blanca (Perú) que comprende cubrir tres montañas y alcanzar las cumbres de Huapa (5.415 m), Maparaju (5.326 m) e Ishinca (5.530 m), en un periodo de 15 días.

Intensificaron su entrenamiento. Corrieron más distancias y escalaron volcanes nicaragüenses, cargando pesadas mochilas. En agosto se trasladaron al valle Quebrada Quilcayhuanca de donde partieron, junto al grupo de 12 excursionistas de otros países, más los guías y el equipo de apoyo.

Una pareja, que viajaba acompañada de sus hijos de 18 y 20 años, no pudo completar la jornada porque los jóvenes se enfermaron y, ante el peligro de agravarse, los bajaron montados en burros al centro hospitalario más cercano.

'En ese grupo logramos completar las tres cumbres, fuimos los únicos', comentó orgulloso Amador, quien debutó en esa jornada y conserva en su oficina un libro dedicado a esa primera aventura.

Amador, a quien los amigos llaman 'Cacho' con cariño, aseguró que cada montaña es un reto diferente, ya que cada una representa un grado de dificultad distinto. En unas es el frío, en otras la altura, y en otras el clima. Y cada ser humano, por tanto, afronta también el reto de manera distinta.

'A mí lo que más me afecta es la altura, el efecto que causa en tu cuerpo. Recordá que allí hay un 40% menos de oxígeno, así que todo se vuelve difícil, agotador, desde vestirse hasta comer. Y más aún al hacer cumbre', indicó.

La rutina es más o menos la siguiente. Los primeros días de la excursión son para aclimatarse. Se trata de hacer jornadas cortas, mientras el organismo se acostumbra. Una vez superada esta etapa, se emprende el ascenso hacia las montañas designadas. Se cubren caminatas diarias hasta aproximarse a las cumbres. En algunas montañas hay refugios (chozas), pero en otras no, así que hay que dormir sobre el hielo, en carpas.

Cuando se va a realizar cumbre, la rutina varía. Se llega temprano al refugio, se cena liviano y se busca dormir tempranísimo si la ansiedad lo permite. A media noche o a la una de la madrugada se despiertan e inician la marcha hacia la cumbre. Avanzan alumbrándose con lámparas, y si hay viento, los guías se aseguran de dejar banderillas que marcan el trayecto, pensando en el regreso.

'El día de cumbre es el más largo de tu vida, así lo experimento yo. No dormís bien, tenés que caminar de 12 a 14 horas, y consumís 12.000 calorías. Siento que esa experiencia te saca hasta la última gota de energía, pero cuando el tiempo lo permite, el espectáculo es maravilloso', dijo López.

Tres cumbres más

El cuerpo cansado se niega a dar un paso más. Verano del 2009. óscar Amador, junto a sus dos amigos y un pequeño grupo de excursionistas, se esfuerza por completar un nuevo reto, alcanzar la cumbre de tres volcanes de Ecuador: Cayambe (5.790 m), Cotopaxi (5.897 m) e Illiniza (5.126 m).

- ¿Cómo vamos?- le pregunta al guía que lo lleva muy de cerca.

-Un poco lento? le responde.

- ¿Qué tan lento?? vuelve a preguntar Amador.

-En la última hora, hemos avanzado 30 metros? le respondió.

Ambos amigos coinciden en señalar que Ecuador fue una pesadilla, debido al clima. No hubo un solo minuto, durante esa jornada de varios días, en que los vientos los dejaran en paz. Al contrario, las ráfagas alcanzaban velocidades de 90 a 100 km por hora, se intensificaba el frío y provocaba un avance lento y difícil.

'El cansancio físico lo experimenté en las primeras tres horas de caminata, así que completar el resto es mental. Es la mente la que te pone una pared, que te repite una y otra vez, ‘¿qué estás haciendo aquí?, a menos de 20 grados bajo cero, muriéndote de frío, lejos de tu familia, de tus hijos’. Pero depende de vos, dar la vuelta y regresarte. Nosotros nos motivamos entre todos', comentó Amador.

Marco López, su amigo, lo complementa. El montañismo, indicó, es muy personal, se hace y practica por razones muy propias. En su caso, disfruta de los deportes al aire libre, de la naturaleza, de viajar, de conocer otras culturas, de establecerse una meta y completarla. Pero sobre todo, disfruta de la compañía de sus amigos de infancia.

'Hemos decidido completar montañas de nivel intermedio, no nos interesa hacer un montañismo muy peligroso, no es para eso que lo practico. No tengo vocación de héroe, lo hago por disfrutar con mis amigos y enfrentar un reto físico y mental. Para nosotros, por eso, lo primordial es la seguridad y la salud. Me gusta una vez al año salir y desconectarme', señaló.

En Ecuador completaron cumbre en el Cayambe, un volcán extinto de 5.790 m; también el Cotopaxi, un volcán activo de 5.897 m, cuya erupción más brutal y famosa ocurrió el 4 de abril de 1768. Se asegura que las cenizas llegaron hasta las costas del mar de Guayaquil. También hicieron cumbre en Illiniza Sur, de 5.126 m.

Ríen porque no hay consenso todavía sobre el siguiente reto. Unos quisieran viajar el año próximo a Bolivia para completar cumbre en el Sajama, un pico más elevado que los completados hasta ahora, ya que alcanza 6.588 m. Pero, precisamente por ser más alto, demanda mayor periodo de aclimatación.

Por tanto, la propuesta de la compañía Mountain Madness es comenzar en un sitio de importancia arqueológica, las ruinas de Tiwanaka, y luego la Isla del Sol, en el lago Titicaca. Posteriormente ascender hacia la Parinacota y de allí, Sajama.

Otra opción es cubrir el Illimani, la montaña de 6.462 m que adorna el horizonte de la ciudad de La Paz y que representa el pico más alto de la Cordillera Real. El primer ser humano que ascendió a su cumbre fue Sir William Martin Conway de Allington, en 1898.

Pero también hay otras variantes sobre el tapete. Practicar kayak en algún parque natural de Estados Unidos, o ciclismo de montaña. O hacer senderismo en la parte de Patagonia, que divide a Argentina y Chile.

Todavía no saben, ni hay prisa, aunque con seguridad, óscar, Marco y Benjamín no se quedarán sentados en sus vacaciones del 2012. Igual que todos los años, los tres amigos emprenderán una nueva aventura deportiva.

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