La gran mayoría de nicaragüenses en edad de votar (90%) consideran que es importante convocar a observadores electorales internacionales y nacionales en los próximos comicios del 2016, lo que representa un clamor similar a los históricos comicios de febrero de 1990 en Nicaragua, en los que resultó electa Violeta Barrios de Chamorro y se consiguió el fin de la guerra en el país.
Raúl Obregón, presidente de la firma M&R Consultores, presentó los hallazgos de la última encuesta de opinión a nivel nacional realizada por su empresa y reveló que el 90,2% de los ciudadanos consultados, mayores de 16 años, afirmaron que es importante para las elecciones de 2016 convocar a organismos internacionales de observación.
Sólo 4,1% de los 1.698 encuestados a nivel nacional, incluyendo la Costa Caribe nicaragüense, se mostraron en desacuerdo y 5,7% no opinó.
Asimismo, 89,6% opinó que también es importante convocar a organismos nacionales de observación electoral, mientras 4,9% se mostró en desacuerdo y 5,5% no opinó.
Desde las elecciones generales de 1984 hasta las elecciones generales de 2006, las autoridades electorales de Nicaragua cursaron invitaciones a observadores internacionales y nacionales para monitorear y dar fe sobre la organización de los comicios antes y durante la votación, sin embargo esto cambió en 2011, cuando el Consejo Supremo Electoral (CSE), órgano rector, la sustituyó por la figura de "acompañamiento electoral".

"¿Por qué acompañamiento?. Este es un término que se ha acuñado en América Latina porque ya pasaron los tiempos en que estábamos gobernados por dictaduras y entonces tenían que venir grandes contingentes de observadores a garantizar que los procesos electorales no fueran viciados y no carecieran de transparencia", dijo el presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Roberto Rivas, en diciembre de 2010, previo a los comicios de 2011, en los que resultó reelecto Daniel Ortega.
Elección histórica
En vísperas de los comicios históricos de febrero de 1990, el entonces Consejo Supremo Electoral, presidido por Mariano Fiallos Oyanguren (q.e.p.d.), giró invitación a organismos internacionales para fungir como observadores electorales, consiguiendo una convocatoria histórica. Miles de expertos y de personalidades, incluyendo al expresidentes de Estados Unidos, Jimmy Carter, y al propio Secretario General de la OEA, Joao Baena Soares, acudieron a la cita democrática en Nicaragua.
De acuerdo a registros oficiales, sólo la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), estuvo compuesta en su momento cumbre por 433 observadores de diversas nacionales, quienes llegaron al país de forma escalonada, a medida que avanzaba el proceso electoral que enfrentó a Violeta Barrios de Chamorro por la oposición y a Daniel Ortega por el sandinismo.
Asimismo, la misión de observación de la Organización de Naciones Unidas, que se denominó por las siglas ONUVEN, estuvo compuesta por más de 230 expertos que empezaron su trabajo desde el 25 de agosto de 1989 y estuvieron presentes durante todo el proceso de inscripción, campaña electoral y votación.
La presencia de observadores internacionales, así como la firme voluntad de llevar a cabo un proceso electoral transparente y justo por parte del entonces Poder Electoral, favoreció que el 25 de febrero de 1990 se registrara una votación multitudinaria en Nicaragua. Según cifras oficiales, votó el 86,2% de los ciudadanos inscritos, cifra que representó 1.7 millones de votos válidos.
En dichos comicios, Violeta Barrios de Chamorro derrotó a Daniel Ortega por una votación de 54,7% vs 40,8%.

¿Por qué no permitir la observación electoral?
De acuerdo a los resultados de la encuesta de opinión de M&R Consultores, realizada entre el 1 de septiembre y 14 de octubre, 56,1% de los consultados se declara simpatizante del Frente Sandinista de Liberación Nacional, partido político que lidera y controla Daniel Ortega.
Por otra parte, 71,8% de los encuestados asegura que aprueba la gestión de gobierno de Daniel Ortega, quien ocupa la Presidencia de la República desde 2007 a la fecha.
Por tanto, "si la calificación es tan alta, si la ejecución gubernamental está tan bien evaluada, ¿por qué no aceptar las elecciones libres, con observación internacional?", se preguntó José Luis Velásquez, politólogo y comentarista invitado a la presentación de la encuesta de M&R Consultores.
Velásquez, exdiplomático en el gobierno de Enrique Bolaños, afirmó que en los resultados de esta encuesta nacional hay un mensaje claro: el nicaragüense quiere diálogo, no quiere confrontación, quiere reformas electorales, observación electoral y dejar atrás los conflictos del pasado.
Por su parte Raúl Obregón, director general de M&R Consultores, lo resumió así: "Los nicaragüenses quieren que las elecciones sean las más limpias y transparentes para no dar lugar a ningún tipo de confrontación, que no haya desestabilización política que afecte la vida nacional".
Finalmente, cabe señalar, que 67,8% de los encuestados señaló que deben promoverse reformas a la Ley Electoral que aporten credibilidad a los procesos electorales nicaragüenses, tal como viene demandándolo el Consejo Supremo Electoral (CSE).