Donald Trump, el exitoso multimillonario estadounidense y ahora candidato a la Presidencia con el partido republicano, era mi favorito para ganar el Oscar. Sin ánimo de tomar alguna posición a favor o en contra de Donald Trump como candidato, Trump "la tiene clara" en cómo desempeñar su papel de acuerdo a sus objetivos, que en este caso es, ganar popularidad entre los votantes estadounidenses.
Observando los resultados de las encuestas primarias entre los republicanos, ajustado por la metodología de FiveThirtyEight[1], las cuales ajustan los resultados de las encuestas de acuerdo a la precisión histórica de cada una de las empresas encuestadoras, los resultados hablan por sí mismos. Donald Trimp arrasa las encuestas con 34.8% de favoritismo entre los encuestados republicanos, seguido por Ted Cruz (19.4%), Marco Rubio (16.3%) Ben Carson (7.8%) y John Kasich (7.7%). Como dato curioso, también es evidente una pelea cada vez más reñida entre los demócratas, dado que Hillary Clinton sigue siendo la favorita con 49.2% de preferencia por los demócratas encuestados vs. 39.2% para Bernie Sanders, no obstante esta diferencia en julio de 2015 era de 63.4% vs. 15%.
Volviendo al "Aprendiz"
Hay varios factores a admirar en las estrategias de marketing del empresario, que lo podrían haber llevado a lograr su "Oscar" presidencial. En primer lugar, tiene una confianza en su marca e inspira a muchos a creer que su éxito profesional se puede extender a una generación de riqueza nacional. Recordemos que EE.UU tenía un crecimiento anualizado promedio de 3.3% 10 años atrás, ahora el crecimiento promedio de los últimos 10 años ha sido 1.4%. La población norteamericana está cansada de poco crecimiento, falta de crecimiento en salarios, y aumento de impuestos. Donald Trump está siendo hábil para usufructuar su fama de "Tio Rico" como una esperanza para volver a los tiempos de bonanza.
Trump cumple otro principio básico de marketing, que es conocer su audiencia. El candidato no pierde tiempo en tratar de simpatizar a todo el mundo, o tratar que sus enemigos lo amen. Sin embargo se enfoca en unir a los republicanos e independientes que tanto anhelan volver a la Casa Blanca y "endulzarles el oído" con sus necesidades y principios. Asimismo, sus acciones tienen un plan y objetivo. Esto se ve claramente en las continuas batallas donde sorpresivamente sale victorioso en las encuestas después de las guerras políticas contra otros candidatos en los temas migratorios y de sus escándalos como empresario.
Finalmente, una estrategia determinante de su éxito es el ser un candidato ‘fuera del consenso’, con propuestas fuera de lo común, ideologías y personalidad que se escapan fuera del típico prototipo de candidato presidencial. Asimismo, su frialdad para afirmar la verdad y mantenerse en sus opiniones inspira seguridad a sus discípulos. Para muchos odiado, para otros el ídolo, pero como candidato, para nada es ignorado.
*XP Securities