El Salvador acumuló en los últimos 40 años US$11.200 millones de "riqueza escondida" en paraísos fiscales, revela un estudio divulgado ayer, en el marco del primer Seminario Centroamericano de Justicia.
El informe "El precio del ‘offshore’. Nuevas estimaciones para la riqueza global privada ‘desaparecida’, ingresos, inequidad e impuestos perdidos", analiza a 139 economías de bajos y medianos ingresos y fue elaborado por el estadounidense James S. Henry, de Tax Justice Network. Las estimaciones para El Salvador indican que entre 1970 y 2010, El Salvador sacó del país US$11.200 millones hacia jurisdicciones donde, sospecha el reporte, no pagaron impuestos.
La cifra no incluye, aclara el reporte "una gran parte de los bienes raíces, yates, caballos de carrera, ladrillos de oro y muchas otras cosas que cuentan como riqueza no financiera y que son también poseídas a través de estructuras ‘offshore’ (extraterritoriales), en las que es imposible identificar a los propietarios".
El economista peruano Luis Moreno, quien ayer impartió la ponencia "Los paraísos fiscales: evasión fiscal y opacidad", indicó que la cifra estimada por Henry equivale a "10 veces al presupuesto que se destina a la salud de este país".
En el mundo, añadió, la "riqueza escondida" ascendió, en ese mismo periodo, a entre US$21 y US$32 billones, que equivalen "al PIB de Estados Unidos y Japón juntos", señaló Moreno. De este total, casi US$2 billones corresponden a América Latina y El Salvador se encuentra entre los 14 principales países de donde salen capitales privados hacia paraísos fiscales, indica el informe.
Moreno, miembro del Consejo de Dirección de la Alianza Global para la Justicia Fiscal, indicó que uno de los mecanismos más comunes para sacar riqueza de un país, pagando pocos o nulos impuestos, es la llamada manipulación de los precios de intercambio.
"La matriz y sus subsidiarias subvalúan o sobrevalorizan los precios de intercambio (…) en países de desarrollo, este mecanismo genera US$100.000 millones", indicó.
Añadió que la sociedad civil propone varios mecanismos para controlar la salida de capitales con el fin de evadir o eludir impuestos. Uno de ellos, el más polémico, es eliminar el secreto bancario.
También, dijo, se recomienda crear herramientas que se apeguen más a la realidad de los países en desarrollo, pues las de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no corresponden a la realidad de las naciones más pobres.