Por: Univision.com
El anuncio de la renuncia del presidente del Congreso,
John Boehner (republicano por Ohio),
no causó sorpresas en la comunidad inmigrante, tampoco entre congresistas demócratas y republicanos que trabajaron con él para intentar llevar al pleno un proyecto de
reforma migratoria.
Para unos, Boehner fue un
"obstáculo" que frenó los intentos para legalizar a millones de indocumentados; otros, sin embargo, ahora cuentan que desempeñó un
papel clave para contener el avance del ala ultraconservadora poniendo en riesgo su propia imagen.
"El señor Boehner se convirtió, en sus años como Presidente de la Cámara de Representantes, en uno de los
obstáculos más significativos para la reforma migratoria y por tanto su partida no nos molesta", dijo a Univision Noticias
Jorge Mario Cabrera, director de comunicaciones de la
Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA, por su sigla en inglés).
"Su falta de liderazgo y debilidad por los
extremistas en su partido le impidieron avanzar soluciones a los temas importantes de nuestros tiempos, incluyendo reformas a las leyes migratorias", agregó. "Aunque teníamos esperanzas que podría
controlar el odio y la intolerancia de los extremistas en su partido, pero no fue así".
Se trata de uno de los políticos más poderosos del país y el tercero en la línea de sucesión presidencial, por detrás del vicepresidente Joe Biden.
Derrota inesperada
La esperanza estaba fundada en gestos que en junio de 2014 se disiparon, cuando el entonces líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes,
Eric Cantor, perdió la primaria ante
David Brat, un político novato profesor de economía en la Universidad Randolph Macon College respaldado por el
Tea Party.
"El speaker Boehner era un
aliado y un creyente en la necesidad de pasar una reforma migratoria justa pero no lo pudo hacer", dijo a Univision Noticias
Lincoln Diaz-Balart, ex representante republicano por Florida. "Su renuncia es triste. él es un hombre muy digno y honorable y amigo de las causas justas. La nación lo va a extrañar".
Díaz-Balart, al igual que activistas y organizaciones pro inmigrantes, reconoce que la reforma migratoria "es
algo que él no pudo pasar", y explica que uno de los mayores esfuerzos por llevar un proyecto al pleno
murió el día que Cantor perdió la nominación de su distrito, y con ello el liderazgo del partido.
Cambio de planes
"
Se vino todo al suelo.
Ya estaba todo planeado para llevar la reforma a votación, el proceso estaba encaminado y contaba con el respaldo de la
mayoría de la mayoría", una regla que el propio Boehner había establecido en julio del 2013 para discutir cualquier proyecto relacionado con la reforma migratoria, dijo Díaz-Balart.
La
Regla Hastert determina que sólo pueden ser llevados al pleno aquellos proyectos o iniciativas de ley que tengan el respaldo de la mayoría de la mayoría, es decir, 118 de los 234 votos con que contaban los republicanos entre 2012 y 2014.
"Desafortunadamente la percepción fue que la caída de Cantor tuvo que ver con el apoyo, o por lo menos
la disposición de Cantor de llevar el proyecto de reforma migratoria al pleno. En ese momento muchos de los congresistas que se habían comprometido con el plan
se echaron para atrás y se evaporó la mayoría de la mayoría de la que hablaba Boehner", dijo el ex congresista por Florida.
El plan del Senado
Díaz-Balart mencionó que el plan, parecido al que había aprobado el Senado el
27 de junio de 2013 (S. 744), incluía un
camino para legalizar a la mayoría de los 11 millones de indocumentados y contaba con respaldo de varios demócratas, entre ellos el representante por Illinois
Luis Gutiérrez.
"Había suficientes votos en la Cámara para llevar un proyecto de ley al escritorio del Presidente y que lo firmara", dijo a Univision Noticias Gutiérrez. "Pero
se opuso un pequeño grupo que literalmente amenazó su trabajo" (el de Boehner).
Gutiérrez agrega que tras la renuncia, Boehner "ya
no tiene ninguna razón para no convocar a un voto y llevar al pleno una reforma migratoria", y con ello
levantar el "secuestro" impuesto por unos pocos.
"En mi corazón siento que el speaker Boehner podría estar con nosotros y con el inmigrante y la comunidad latina. él tiene ahora la oportunidad de
responder a la llamada moral que hizo el Papa ayer en el Congreso, y superar el racismo y la xenofobia que se está apoderando del Partido Republicano y llamar a votación".
El congresista
Xavier Becerra, presidente del Caucus Hispano del Congreso, respaldó la postura de Gutiérrez y dijo que Boehner ahora '
tiene la oportunidad de abordar, sin trabas, los retos que ha esperado para hacer frente y que el pueblo estadounidense espera que resuelva', entre ellos la reforma migratoria'.
La percepción pública
Si bien los detalles de los problemas enfrentados por Boehner no son públicos, se perciben. "Su renuncia no es sorpresa. él
ha tenido muchos problemas dentro de su propio partido, fuerzas internas que quieren moverlo en una dirección contraria. Está a la vista, pero los electores no están contentos con la forma en que ha ejercido su liderazgo.
Entendemos que ha sido una victima de todo eso y que el asunto migratorio juega un papel decisivo", dijo a Univision Noticias
Abel Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota.
"El problema es que ahora el partido está teniendo una postura muy dura. Algunos precandidatos presidenciales han
mostrado enfoques severos y eso, sin lugar a dudas, complicó el liderazgo de Boehner", agregó.
Uno de los precandidatos, Donald Trump, propuso deportar a los 11 millones de indocumentados en un plazo de 18 meses. Junto a otros contrincantes por la nominación presidencial republicana, el magnate también sugirió
cambiar la Enmienda 14 de la Constitución para impedir que los hijos de indocumentados nacidos en territorio estadounidenses adquieran la
nacionalidad automática.
Futuro incierto
"
Estamos preocupados por el futuro liderazgo republicano. Por ahora solo nos queda esperar a ver quién lo sustituirá y adónde quiere llevar el debate. Y si resulta en un miembro del Tea Party, pues se va a complicar mucho más el asunto de lo que está en estos momentos", dijo Monterroso.
Gustavo Torres, director ejecutivo de Casa de Maryland, dijo que Boehner "fue incapaz de llevar a su bancada en el movimiento hacia adelante en temas críticos como la inmigración".
"Se sacudió al desafío" apuntó, y dijo que la comunidad inmigrante se mantendrá expectante ante el nombramiento del nuevo líder republicano de la Cámara que se convertirá en Presidente del Congreso.
"No deja de ser preocupante", anticipa Monterroso. "Genera incertidumbre.
Y a río revuelto ganancia de pescadores. Estamos muy pendientes de lo que vendrá".
Un poco menos optimista se mostró
Roberto Izurieta, director del departamento de política latinoamericana de la
Universidad George Washington. "Pienso que el retiro de Boehner es un
triunfo del sector más conservador del Partido Republicano, que ha tenido prácticamente secuestrada a la dirigencia más moderada, como es el caso de Boehner.
Por eso el no pudo hacer nada sobre la reforma inmigratoria".
Deuda pendiente
Para los republicanos, la partida los deja
"endeudados". "Quiero agradecer al speaker Boehner por sus esfuerzos para hacer que nuestro partido tanto en Ohio como en nuestro país sea más fuerte", dijo en un comunicado
Reince Priebus, presidente del
Comité Nacional Republicano(RNC, por su sigla en inglés). "él ha sido un incansable defensor de los principios conservadores" y nuestro partido "tiene una gran deuda con él".
El líder demócrata en el Senado, Harry Reid (Nevada), dijo que Boehner "
siempre cumplió su palabra" y reconoció que su liderazgo
ha sido "difícil".
Lynn Tramonte, directora adjunta de Americas Voice, dijo que Boehner "puede haber querido convertirse en una fuerza modernizadora para su partido, pero no estuvo dispuesto a enfrentarse a matones como (el congresista) Steve King".
Agregó que en 2013 y 2014 Boehner contaba con los votos necesarios para llevar al pleno la reforma migratoria, pero que al final de cuentas
se dejó doblegar por el ala ultraconservadora.
El peso de la minoría
Díaz-Balart agrega que el proyecto de ley que estaba en manos de Boehner
contaba con apoyo bipartidista, "como el que aprobó el Senado" (
el 27 de junio de 2013), pero la derrota de Cantor en Virginia "no solo significó que se perdiera el liderazgo de la bancada".
"Ellos (el ala ultraconservadora) no tienen la mayoría del partido"
pero cuentan con el peso político suficiente para tenerlo en el lugar donde se encuentra. Prueba de ello es el avance de precandidaturas presidenciales como la de Trump, pero no todos están convencidos que se quedarán con la presidencia del Congreso, advirtió Díaz-Balart.
"Imagino que
Kevin McCarthy va a suceder a Boehner. El tiene la delantera para esa posición. Y será quien, sin ninguna duda,
tendrá que batallar en la contienda para conseguir la mayoría. Es muy hábil, inteligente y diría que representa la tradición de lograr consenso, como ha sido la tradición que representa Boehner", apuntó.
Cabrera dijo que ante la probable llegada de McCarthy para suceder a Boerhner, "le hacemos un llamado urgente desde ahora a que represente la gran diversidad y riqueza cultural de este estado. Y que no deje de lado a la comunidad latina, que nuevamente, como en las últimas elecciones,
será clave para decidir el futuro de Estados Unidos".
El proyecto S. 744 incluyó un camino a la ciudadanía para indocumentados que están en Estados Unidos desde antes del 1 de enero de 2010, pagan impuestos, hablan inglés y carecen de antecedentes criminales. Los beneficiarios entrarían en un estado de
residencia provisional por 10 años al término de los cuales podrían pedir la residencia permanente.
Tres años después serían elegibles para convertirse en ciudadanos estadounidenses.