Por Reuters
'Sé que él tuvo conversaciones con varios líderes mundiales', dijo Ross en una entrevista en el programa de televisión 'This Week' de la cadena ABC.
'La decisión obviamente es de él, pero de momento, hasta donde yo sé, él está hablando del trazo grueso. No lo he oído describir exenciones en particular hasta ahora', dijo Ross.
Trump se mostró desafiante el viernes, asegurando que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar, después de que su plan de fijar aranceles generó críticas globales y un desplome de los mercados bursátiles.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo han crecido desde que Trump llegó a la Casa Blanca en 2017, y aunque China representa solamente una pequeña porción de las importaciones estadounidenses de acero, su expansión industrial ha ayudado a generar un exceso global que hizo caer los precios.
Las negociaciones y la apertura mutua de mercados es la mejor manera de resolver las fricciones comerciales, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores chino Zhang Yesui antes del inicio de la sesión anual del Parlamento.
'China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, pero no nos vamos a sentar a ver cómo se dañan los intereses del país', sostuvo Zhang, un exembajador en Estados Unidos. 'Si las políticas se basan en juicios o presunciones equivocadas, dañarán las relaciones bilaterales y generarán consecuencias que ninguno de los países quiere'.
Trump cree que imponer aranceles es una forma de defender los puestos de trabajo en el país, pero muchos economistas sostienen que el impacto de las alzas de precios para quienes usan acero y aluminio, como la industria automotriz y petrolera, destruirá más puestos de trabajos que los que se ganarán al impedir las importaciones.
'Sé que él tuvo conversaciones con varios líderes mundiales', dijo Ross en una entrevista en el programa de televisión 'This Week' de la cadena ABC.
'La decisión obviamente es de él, pero de momento, hasta donde yo sé, él está hablando del trazo grueso. No lo he oído describir exenciones en particular hasta ahora', dijo Ross.
China dice que no quiere una guerra comercial con EEUU
China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos pero va a defender sus intereses, dijo el domingo un diplomático de alto rango, después de que el presidente Donald Trump anunciara un plan para imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio.Trump se mostró desafiante el viernes, asegurando que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar, después de que su plan de fijar aranceles generó críticas globales y un desplome de los mercados bursátiles.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo han crecido desde que Trump llegó a la Casa Blanca en 2017, y aunque China representa solamente una pequeña porción de las importaciones estadounidenses de acero, su expansión industrial ha ayudado a generar un exceso global que hizo caer los precios.
Las negociaciones y la apertura mutua de mercados es la mejor manera de resolver las fricciones comerciales, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores chino Zhang Yesui antes del inicio de la sesión anual del Parlamento.
'China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, pero no nos vamos a sentar a ver cómo se dañan los intereses del país', sostuvo Zhang, un exembajador en Estados Unidos. 'Si las políticas se basan en juicios o presunciones equivocadas, dañarán las relaciones bilaterales y generarán consecuencias que ninguno de los países quiere'.
Trump cree que imponer aranceles es una forma de defender los puestos de trabajo en el país, pero muchos economistas sostienen que el impacto de las alzas de precios para quienes usan acero y aluminio, como la industria automotriz y petrolera, destruirá más puestos de trabajos que los que se ganarán al impedir las importaciones.
