Claves del día

Una buena: baja del petróleo impulsará consumo

La caída del precio del petróleo ha dividido el mapa entre ganadores y perdedores, pero en aquellas economías donde el precio del petróleo se traslada al surtidor habría un fuerte estímulo al consumo.

2015-09-04

Por: Darío Epstein (Research for Traders)

Según un artículo de Anatole Kaletsky publicado en Project Syndicate, a nivel global, el mundo demanda unos 34 mil millones de barriles de petróleo al año: una caída de USD 10 en el precio del petróleo transfiere USD 340 Bn de los productores de petróleo a los consumidores (o por lo menos deja de percibirlo el productor).

Por lo tanto, el recorte de USD 63 en el precio como ocurrió desde junio del año pasado hasta el precio actual (una baja de 59%) redistribuiría hasta un máximo de USD 2 Tr anuales entre los consumidores, proporcionando así un impulso mayor en los ingresos que los programas de estímulos fiscales de China y EE.UU. juntos implementados en 2009.

La caída del precio del petróleo ha dividido el mapa entre ganadores y perdedores, pero en aquellas economías donde el precio del petróleo se traslada al surtidor habría un fuerte estímulo al consumo.

El beneficio para la economía mundial de un precio del petróleo más bajo sostenido en el tiempo es
positivo y muy superior a uno en niveles más altos, más allá del duro golpe para muchos países productores a corto plazo, (entre los cuales hay muchos emergentes, incluidos muchos de Latinoamérica), así como para la industria de producción off-shore y del fracking.

A nivel macro, el impacto más evidente causado por una baja en el precio del petróleo es su inmediato traslado a los precios de toda la economía en aquellos sistemas que no presentan distorsiones o regulaciones en los mecanismos de transmisión. EE.UU. es un claro ejemplo de este mecanismo de ajuste que beneficia a todos los consumidores dado el importante ticket en concepto de naftas.

La evolución del precio de la gasolina en la economía más grande del mundo permite trasladar la baja en el precio del petróleo a cualquier producto que incluya flete y traslado en su ecuación de costos.

Foto: Estrategia y Negocios

Los derivados del petróleo se han ido abaratando progresivamente desde octubre, hasta el punto que un litro de gasolina cuesta ahora casi 25% menos que al comienzo del 2014. Todo ello libera un alto porcentaje de ingreso disponible que puede ser volcado al consumo. EE.UU. está recibiendo así un impulso proveniente del consumo privado.

Pero Europa se está beneficiando sólo parcialmente de la caída en los precios del commodity, ya que el debilitamiento del euro le encarece la compra de petróleo, que cotiza en dólares como todos los commodities.

Veamos los perdedores: la contracara de una caída en el precio del petróleo son aquellos países exportadores netos de ese commodity a través del impacto en la balanza comercial, variando de acuerdo al nivel de dependencia al sector petrolero de cada economía. En caso de alta dependencia, las pérdidas en los ingresos por exportaciones se traducen en grandes contracciones de los ingresos fiscales, ya que casi la totalidad de los beneficios generados son capturados por los gobiernos. Países como Venezuela, Rusia, Irán e Irak se ven fuertemente perjudicados, países en donde las exportaciones de petróleo juegan un papel muy importante en el apoyo al crecimiento económico y las finanzas públicas.

Los productores con tipos de cambio relativamente fijos o que aún siguen una canasta de monedas, cuya moneda se aprecia junto con el dólar, obtienen menos ingresos debido a los bajos precios del commodity. En cambio, otros productores con tipos de cambio flexibles pueden contrarrestar parte del efecto generado.

Por sectores, los proyectos de petróleo de baja rentabilidad se han abandonado o suspendido si se encontraban en marcha, otros diferidos entre los que se iban a concretar, y miles de empleos se han perdido debido a la baja del petróleo.

La importancia predictiva de los precios del petróleo es alta como un indicador contrario: la caída de los precios del crudo nunca han logrado predecir correctamente una recesión económica. En todas las oportunidades que bajó a la mitad su precio, como ocurrió en 1982-1983, 1985-1986, 1992-1993 1997-1998, y 2001-2002, esto fue continuado con un fuerte crecimiento mundial (según el artículo publicado por Anatole Kaletsky).

Por el contrario, cada recesión mundial en los últimos 50 años ha sido precedida por un fuerte aumento de los precios del petróleo. El año previo a la crisis de 2008 cuando valía USD 140 por barril de WTI, cayó a USD 40 en los seis meses anteriores a la recuperación económica que se inició en abril de 2009.

Los precios de metales industriales como el aluminio y el cobre que son buenos indicadores adelantados de la actividad económica, pueden aumentar después de una brusca caída en el precio del petróleo, tal como ocurrió en 1986-87: los precios de los metales se duplicaron un año después de los precios del petróleo cayeron a la mitad.

Debido a que los consumidores de petróleo, en general, gastan sus ingresos extras con bastante rapidez, mientras que los gobiernos (que explican la mayor parte de los ingresos de petróleo a nivel mundial) suelen mantener el gasto público mediante préstamos o en reservas, el efecto neto de los precios del petróleo siempre ha sido positivo para el crecimiento global.

Según el FMI, el recorte en el precio del petróleo de este año debería impulsar en 2016 un crecimiento de entre 0,5% y 1% a nivel mundial, incluyendo la expansión de entre 0,3% - 0,4% en Europa, entre 1% - 1,2% en EE.UU. y 1% - 2% en China.

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