El mensaje de Cepal llega en uno de los momentos más álgidos de la crisis económica y política que vive Brasil hace dos años y que en las últimas semanas tomó un nuevo impulso con el avance de la investigación por corrupción que enfrenta el exmandatario Lula Da Silva y el pedido de destitución que enfrenta Rousseff.
'Con honda preocupación hemos asistido al desarrollo de los acontecimientos políticos y judiciales que han convulsionado a Brasil en el curso de las últimas semanas. Nos alarma ver la estabilidad democrática de su patria amenazada', señala Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en un mensaje público dirigido a Rousseff.
'Nos violenta que hoy, sin mediar juicio ni pruebas, sirviéndose de filtraciones y una ofensiva mediática que ya ha dictado condena, se intente demoler su imagen y su legado, al tiempo que se multiplican los empeños por menoscabar la autoridad presidencial e interrumpir el mandato que entregaron en las urnas los ciudadanos', agrega el documento.
El organismo reconoce los esfuerzos de la justicia brasileña por desterrar la corrupción, destaca la 'valentía y honradez' de Rousseff para apoyar el trabajo de la justicia, pero cuestiona procedimientos judiciales que incluyeron la difusión de una conversación telefónica entre la actual presidenta brasileña y Lula.
El exmandatario fue nombrado jefe de gabinete del gobierno de Rousseff, pero un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) bloqueó provisoriamente su toma de funciones por considerar que se trataba de una maniobra para darle inmunidad ante un posible pedido de captura.
En una contundente muestra de apoyo a Rousseff y Lula, el organismo dependiente de la ONU llamó a respetar la legitimidad del gobierno actual de Brasil.
Recordó que los gobiernos de Rousseff y Lula mostraron un compromiso con la 'justicia y la igualdad. Nunca, en la historia de Brasil, tantas y tantos de sus compatriotas habían logrado sortear el hambre, la pobreza y la desigualdad', destaca Bárcena.
