Al ser un concepto sustentado en una visión de servicio, el cómputo en la nube posee características especiales que representan una gran oportunidad para el desarrollo de los negocios.
Por: Luz María Murguía *
Sin enfrentar inversiones excesivas y evitando complejidades operativas, la innovación es un atributo al alcance de todas las empresas.
Para las empresas, la tecnología ya es un recurso invaluable. Gracias a ella, las compañías pueden aprovechar una nueva oportunidad de negocio, mejorar una actividad corporativa o reaccionar ante una situación de mercado imprevista. Sin embargo, obtener estos beneficios no siempre resulta sencillo, ya que el uso de soluciones tecnológicas implica realizar inversiones importantes (en hardware, software, servicios de consultoría, etc.) y lidiar con largos y complejos procesos de implementación.
En ese sentido, el llamado Cloud Computing representa una historia muy diferente. Un modelo de cómputo en la nube se basa en el principio de que todo recurso tecnológico -aplicaciones, poder de procesamiento, herramientas de desarrollo, lenguajes de programación, etc.- puede aprovecharse a la manera de un servicio por suscripción; en donde la compañía sólo paga por el uso de la solución y se olvida de los obstáculos típicos que involucra el apostar por una tecnología (adquirir más servidores, comprar software, contratar personal para administrar la aplicación, etc.).
Así, en términos económicos y operativos, un esquema de Cloud Computing resulta muy similar a los servicios de agua y energía eléctrica que recibe una organización. En ambos casos, la empresa no tiene que preocuparse por la infraestructura que gestiona y provee los bienes (conexiones, tuberías, personal especializado, generadores, presas), simplemente usa los recursos y liquida su consumo.
Al ser un concepto sustentado en una visión de servicio, el cómputo en la nube posee características especiales, entre las cuales vale la pena destacar:
- Acceso a los recursos tecnológicos vía una conexión web (red privada o Internet).
- Los servicios se hospedan en la nube y están diseñados para proveerse bajo demanda.
- El consumo de los recursos de cómputo -incrementos o bajas- está determinado por las necesidades de la compañía.
- Capacidad para atender los elementos críticos de una estructura corporativa de Tecnologías de la Información (TI): aplicaciones, plataforma de desarrollo e infraestructura. El Cloud Computing se ocupa de dichos componentes a través de sus modalidades SaaS (Software as a Service; Software como Servicio), IaaS (Infrastructure as a Service; Infraestructura como Servicio) y PaaS (Platform as a Service; Plataforma como Servicio).
Estas propiedades, que garantizan el acceso a soluciones de TI de clase mundial sin incurrir en gastos excesivos, conducen a beneficios de negocio contundentes. Según diversos estudios, frente a los modelos de implementación tradicionales, un esquema de cómputo en la nube puede reducir los costos en 50% y acelerar el despliegue de una tecnología en 90%.
Nubes de calidad
Las ventajas que ofrece el Cloud Computing han despertado un gran interés en el mundo empresarial. Según la consultora Gartner, en 2012, el gasto global en TI que se asignó a tecnología de cómputo en la nube alcanzó el monto de US$109,000 millones. En 2016, el rubro llegará a los US$207,000 millones. Por dicha razón, los proveedores 'especializados en Cloud Computing' no son escasos.
No obstante, no todas las nubes del mercado TI son iguales. Todas pueden garantizar un acceso bajo demanda a recursos de cómputo. Pero no brindan mucho más, ignorando que las necesidades de TI de una corporación pueden ser amplias y diversas.
En ese sentido, ¿cómo reconocer a un proveedor Cloud de calidad? ¿Qué características lo distinguen? Entre otras:
Oferta de cómputo en la nube que abarca múltiples necesidades y funciones empresariales: planeación de recursos, capital humano, ventas, mercadotecnia, gestión de relaciones con los clientes, etc. En la actualidad, la mayoría de los proveedores sólo ofrecen soluciones de nicho.
Capacidad para integrar las tecnologías Cloud con los sistemas que ya usa la corporación, protegiendo las inversiones en TI existentes. Desafortunadamente, muchas soluciones de cómputo en la nube están basadas en estándares propietarios, lo que dificulta la integración con otras tecnologías.
Flexibilidad en el despliegue, permitiendo que las empresas muevan libremente sus recursos en la nube. Por ejemplo: una compañía puede implementar un CRM en modalidad Cloud y después, en función de sus necesidades, reintegrarlo a su infraestructura interna de TI.
Portafolio Cloud que abarca todas las modalidades: SaaS, PaaS e IaaS. Hoy, en el mercado de TI pocos proveedores pueden brindar las tres opciones.
Cloud Computing es un modelo tecnológico que muchos beneficios puede aportar a una compañía. Nadie podría negar eso. Sin embargo, hoy, el reto es detectar las nubes de gran calidad.
* Líder de Mercadotecnia Cloud de Oracle Latinoamérica