Emprender una idea de negocio y dar los primeros pasos puede resultar abrumador al determinar el peso de los gastos operativos tales como la renta de un local, pago de teléfono, internet e impuestos. Pero hay una tendencia que data desde 2005 en Estados Unidos y ha venido a traer esperanza a quienes deciden comenzar su propia historia de negocio en países como Nicaragua.
Se trata del coworking o trabajo colaborativo que reúne en un mismo espacio a emprendedores con ideas en marcha o en incubación y que comparten gastos o bien pagan una membresía para ser parte de una oficina con todo incluido.
María Fátima Navarro, gerente de la tienda de ropa Lady Godiva -y del centro para hacer negocios La Placita-, vivió por más de diez años la ausencia de una oficina que le permitiera brindar un mejor servicio a sus clientes o bien el espacio para exponer las prendas que mercadea en las redes sociales.
La falta de ese espacio para la distribución de ropa femenina se estaba convirtiendo en una amenaza para la estabilidad del negocio que estaba empezando y que actualmente tiene su propia línea y sello, dice Navarro.
"Muchas veces entregás en los centros comerciales y es peligroso, tedioso, te tratan mal y resta a tu imagen de la idea que tienes", asegura la emprendedora.Lea además: La clave está en la economía colaborativa
Al igual que Navarro, María Auxiliadora García, gerente de MAG Diseño Integral, recuerda que la falta de esa oficina la hacía gastar más de lo que en la actualidad puede pagar en concepto de renta de espacios que se han diseñado para el coworking.
Es más rentable
Si en algo coinciden estas emprendedoras es que encontraron en el coworking la oportunidad para incrementar ventas y pagar menos por gastos operativos que son muy importantes.
"Lo primero que valorás es que es más económico, tomando en cuenta que en mi caso no paso todo el día en la oficina y establecerte en espacios de grupo para compartir es hasta más enriquecedor", afirma García.
coworking
Sara Lila Cordero, fundadora del centro de emprendimiento La Fábrica, en Managua, explica que otra de las ventajas de ese modelo de negocios que en Nicaragua recién se da a conocer es que permite recibir retroalimentación, pero con una perspectiva más amplia.
"Al tener en un mismo lugar a varios profesionales y se identifica que alguno está teniendo algún inconveniente, entre todos pueden abonar en la creación de soluciones que sean creativas y más amplias", manifestó Cordero, quien cree que la receptividad y tolerancia a otros puntos de vista es clave en el desenvolvimiento.
Eveling Martínez, coordinadora del Centro de Innovación que inaugurará la semana entrante la Universidad Centroamericana (UCA), explica que los esfuerzos se concentran en darle a los bachilleres más herramientas prácticas y menos teoría.
"Si a una conclusión hemos llegado es que las nuevas generaciones necesitan más espacios que les permitan desenvolverse, ser ellos mismos, que se inspiren y emprendan sin temor. Es un trabajo integral en las universidades y esa es la idea que pretendemos con el Centro de Innovación", agregó la catedrática
Para Martínez es necesario incluso que un espacio en el que se realiza coworking pueda acercar a los empresarios y entidades de Gobierno con el fin de que puedan convertirse en posibles desarrolladores o inversores de esa idea de negocios.