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Cómo prevenir el robo de las claves de acceso bancario

Los atacantes pueden llegar a la víctima mediante los más diversos y convincentes métodos para apoderarse de su información bancaria.

2024-03-13

Por revistaeyn.com

Las credenciales bancarias representan uno de los activos más valiosos para las personas: obtenerlas significa para los cibercriminales tener en sus manos la llave que abre una caja fuerte virtual, y disponer del dinero de sus víctimas.

ESET comparte las cinco principales estrategias que utiliza el cibercrimen para robar las claves bancarias, y de qué manera es posible protegerse de estos ataques:

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1. Sitios falsos: Los estafadores emplean una URL que incluye el nombre del banco y que hasta tiene una apariencia similar al oficial. El nombre del sitio suele ser casi idéntico al nombre que utiliza el banco en sus cuentas de Twitter e Instagram, con una mínima diferencia (puede ser a veces de una sola letra).

Ya en el sitio falso, la estética y el diseño son idénticos a los de la página oficial. Y para acceder al supuesto homebanking es que incluye los campos en los que las víctimas deben ingresar credenciales de inicio de sesión, que en realidad serán para ciberdelincuentes. Una vez que la persona ingresa su nombre de usuario y contraseña, el sitio suele simular que verifica los datos entregados, cuando en ese tiempo en realidad los cibercriminales inician sesión con las credenciales robadas en el sitio legítimo del banco.

2. Malware: El malware ha evolucionado a pasos agigantados, de hecho, se comercializan diferentes tipos de códigos maliciosos. Los troyanos bancarios, con gran presencia en toda la región, han causado daños por una cifra que asciende a los 110 millones de euros.

Hay distintas maneras en que pueden colocar ese tipo de malware en los equipos. Por un lado, mediante correos de phishing o mensajes de texto, anuncios maliciosos, el compromiso de un sitio web que recibe muchas visitas (ciertos códigos maliciosos se descargan automáticamente y se instalan en el equipo apenas el usuario visita el sitio) y hasta puede estar oculto en aplicaciones móviles maliciosas que simulan ser legítimas.

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3. Llamadas telefónicas: Los atacantes pueden llegar a la víctima mediante llamadas telefónicas masivas, con el único objetivo de lograr una comunicación más personal que a través de un correo electrónico: así la manipulación es más fácil de llevar a cabo. Como excusa de llamada pueden utilizar el informar sobre algún problema puntual con la cuenta bancaria o de un movimiento fraudulento asociado a la víctima. Para la supuesta resolución es que solicitarán información personal y las claves de acceso a la cuenta.

4. Perfiles falsos en redes: Otra táctica común y muy eficiente es el armar perfiles falsos en las redes sociales (léase Facebook, Instagram o Twitter), y desde allí llevar a cabo el engaño que termine en la obtención de credenciales de acceso bancario de víctimas desprevenidas o desinformadas.

5. Scraping: El scraping o “rascado” funciona una vez que una persona empieza a seguir la cuenta oficial de un banco en redes sociales para realizar una consulta, los ciberatacantes la contactan por privado, de manera inmediata, haciéndose pasar por el banco en cuestión. Si la víctima responde el mensaje sin verificar que se trata de una cuenta real o falsa, el supuesto asesor pedirá un número de teléfono para continuar con la consulta por esa vía. Allí utilizarán toda la información disponible en las redes sociales e internet en general para hacerle creer a la víctima de que realmente es un colaborador del banco y que está allí para darle soporte. Una vez que la víctima entra en confianza, el supuesto asesor pedirá la información bancaria, que le servirá para vaciar la cuenta.

Estas buenas prácticas permiten reducir sensiblemente el riesgo de ser víctima de estafas:

· Verificar la dirección web visitada y confirmar que es la correcta.

· Comprobar que el sitio web tenga un certificado de seguridad válido, firmado por la compañía que dice ser.

· No brindar información personal o financiera, si no se cuenta con la seguridad de que el sitio web es legítimo.

· No divulgar ningún detalle por teléfono, incluso si la persona del otro lado suena convincente. Consultar de dónde están llamando y luego volver a llamar a esa organización para verificar. Es clave no utilizar los números de contacto proporcionados por esa persona.

· No hacer clic en enlaces ni descargar archivos de correos electrónicos, mensajes de redes sociales, mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram), o de texto sospechosos o de remitentes desconocidos.

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