Por revistaeyn.com
Al enterarse de que alguna persona de nuestro entorno fue hackeada, surgen dos preguntas de inmediato, la primera es cómo sucedió, y la segunda apunta a si también debemos preocuparnos por la seguridad.
“Cuando una persona cercana es víctima de una estafa o de una infección con malware, sus contactos pueden ser más propensos a recibir un ataque. Por eso, en estas situaciones, es importante conocer a qué riesgos podrías exponerte”, advierte Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Por ejemplo, si una persona sufre el robo de su cuenta de WhatsApp (o de cualquier otra red social), el cibercriminal puede suplantar su identidad con el objetivo de robar dinero, distribuir enlaces maliciosos o intentar otro tipo de fraude. Es posible que emplee estas estrategias contra las personas que la víctima tiene entre sus contactos y que intente usar a su favor la confianza que suele generar que el mensaje llegue de alguien a quien conocen. De allí que este tipo de ataques sean tan eficaces.
Si en el pasado se compartió información sensible, equipos o redes, con la víctima, también se puede estar en riesgo. Por ejemplo, si se compartía la cuenta de Netflix, el hacker ahora tiene acceso a ella (contraseñas, métodos de pago, etc.).
Por otro lado, si en alguna oportunidad se inició sesión en el dispositivo vulnerado de la víctima, es posible que la información haya quedado registrada y ahora esté en manos del actor malicioso. Desde contraseñas, correo electrónico, datos de acceso y cualquier otro tipo de información valiosa.
Cuando un atacante accede a la cuenta de una víctima, también obtiene acceso a los historiales de las conversaciones de sus contactos. Entonces, el actor malicioso podría utilizar toda esa información disponible (puede ser desde el lugar de trabajo, las últimas vacaciones o cualquier otra data personal), para realizar un ataque personalizado a cualquiera de esos contactos.
Desde ESET comparten algunas acciones concretas que pueden ayudar a reducir sensiblemente las posibilidades de sufrir consecuencias indeseadas:
· Actualizar tus contraseñas: si alguna cuenta o dispositivo haya estado vinculado con la persona hackeada, es necesario cambiar las claves de acceso de manera inmediata. Utilizar contraseñas únicas y robustas es la mejor manera de proteger las cuentas, mientras que un gestor de contraseñas puede ser un gran aliado a la hora de almacenarlas.
· Implementar la autenticación en dos pasos (2FA): es importante tener activa esta capa extra de seguridad en todas aquellas cuentas que lo permitan. Concretamente, protegerán las cuentas en caso de que hayan caído en las manos equivocadas.
· Compartir esta información con familiares y amigos: con el fin de que todos estén informados de las estafas a las que pueden estar expuestos, puedan identificarlas, y también para que puedan tomar medidas para proteger su información.