POR AFP
A simple vista es una vivienda común, con cuatro dormitorios y un gimnasio. Pero se trata de una casa creada con una impresora 3D y diseñada para que, a partir de junio, cuatro personas vivan confinadas allí por un año, simulando la vida en el planeta Marte.
El hábitat, llamado Mars Dune Alpha, fue presentado este martes y está ubicado en las instalaciones de investigación del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas. Quienes residan allí ayudarán a preparar una futura misión al planeta rojo.
Al medir su desempeño y habilidades cognitivas, la NASA comprenderá mejor los “recursos” que se deben proporcionar durante este ambicioso viaje, explica Grace Douglas, investigadora principal del programa denominado CHAPEA, que supervisa este experimento.
Es un punto crucial, dado “los límites de peso muy restrictivos que se pueden enviar en estas misiones”, añade. La casa, de 160 metros cuadrados, incluye una granja vertical para el cultivo de vegetales, una sala dedicada a procedimientos médicos, una zona de relajación y estaciones de trabajo.
También hay una puerta que conduce a un área de simulación del entorno marciano. En el suelo de arena roja hay una estación meteorológica, un pequeño invernadero y una cinta para correr, donde los voluntarios caminarán suspendidos por correas.
“No podemos hacerlos caminar en círculos durante seis horas”, bromea Suzanne Bell, a cargo del programa Laboratorio de Salud Conductual y Rendimiento de la NASA. Explica que esta área replicará el esfuerzo y tiempo requeridos para la actividad física en Marte.
Aún no se conocen los nombres de los voluntarios, pero no serán astronautas. Estarán sometidos a estrés de manera regular, con restricciones de agua o fallas en el equipo, por ejemplo.
Esta casa fue impresa en 3D. “Esta es una de las tecnologías que la NASA está estudiando para construir potencialmente hábitats en la superficie de otros planetas o en la Luna”, dice Douglas.
La agencia espacial estadounidense prepara un viaje de ida y vuelta a Marte, pero aún faltan varios detalles. Este viaje, que duraría varios años, podría darse “a finales de la década de 2030”, según el administrador de la NASA, Bill Nelson.