Por estrategiaynegocios.net
Más de 20 aplicaciones fueron eliminadas de la Play Store de Google, todo porque fueron descubiertas por la empresa de seguridad digital Trend Micro, y todas ellas se publicitaban como "cámaras de belleza", que son aplicaciones de retoque fotográfico.
Las aplicaciones, que ya han sido eliminadas por Google de la Play Store contenían, en lugar de un editor fotográfico, una variada y dañina colección de malware. Algunas de las app cargaban anuncios a toda pantalla cada vez que el usuario desbloqueaba el teléfono con links que llevaban o bien a estafas o bien a contenido pornográfico (que también era una estafa).
Todo lo publicitado era una estafa, ya que incluso los anuncios de pornografía (algo que técnicamente es legal), prometían contenido a cambio de dinero que luego no se materializaba. Otras aplicaciones dirigían a los usuarios a sitios de phising con el objetivo de robar su información personal.
Incluso, algunas de las aplicaciones robaban las fotos de los usuarios. Bajo el pretexto de "embellecer" una foto en la que aparece un usuario, la imagen era subida a un servidor privado. Acto seguido, el usuario no recibía su foto embellecida, sino que se encontraba con un mensaje que le pedía actualizar la app y ahí se hacía el robo.
Las 29 aplicaciones, que estaban perfectamente camuflajeadas, fueron descargadas más de cuatro millones de veces.
Más de 20 aplicaciones fueron eliminadas de la Play Store de Google, todo porque fueron descubiertas por la empresa de seguridad digital Trend Micro, y todas ellas se publicitaban como "cámaras de belleza", que son aplicaciones de retoque fotográfico.
Las aplicaciones, que ya han sido eliminadas por Google de la Play Store contenían, en lugar de un editor fotográfico, una variada y dañina colección de malware. Algunas de las app cargaban anuncios a toda pantalla cada vez que el usuario desbloqueaba el teléfono con links que llevaban o bien a estafas o bien a contenido pornográfico (que también era una estafa).
Todo lo publicitado era una estafa, ya que incluso los anuncios de pornografía (algo que técnicamente es legal), prometían contenido a cambio de dinero que luego no se materializaba. Otras aplicaciones dirigían a los usuarios a sitios de phising con el objetivo de robar su información personal.
Incluso, algunas de las aplicaciones robaban las fotos de los usuarios. Bajo el pretexto de "embellecer" una foto en la que aparece un usuario, la imagen era subida a un servidor privado. Acto seguido, el usuario no recibía su foto embellecida, sino que se encontraba con un mensaje que le pedía actualizar la app y ahí se hacía el robo.
Las 29 aplicaciones, que estaban perfectamente camuflajeadas, fueron descargadas más de cuatro millones de veces.
