El precio del oro, que en los últimos meses ha oscilado entre los US$1,800 y US$1,900 la onza troy (31.1034768 gramos), mantiene motivados a mineros artesanales que extraen este metal de las montañas de Macuelizo, Santa Bárbara.
Puede leer: ‘Yojoa Chocolate’, el sabor hondureño reconocido en concurso mundial
Unos 70 mineros, que en 2018 comenzaron a constituir la empresa comunal Minas y Cuevas, cuando la onza era cotizada en el mercado internacional entre US$1,200 y US$1,400, ahora están por realizar nuevas exportaciones y obtener en diciembre la certificación Fairmined, esto garantiza que se trata de un oro trazable extraído con mejores prácticas.
“Nosotros hemos hecho unas pocas exportaciones a Alemania. La última vez logramos enviar 500 gramos. Con la certificación que vamos a obtener, con la asesoría de ARM, vamos a vender a un mejor precio”, dijo Juan Ramón Ramos Márquez, presidente y gerente de Minas y Cuevas.
Para estos mineros, que no usan tecnología para detectar vetas, sino palas, piochas y el instinto, vender a un mayor precio es determinante y clave, pues podrán superar el punto de equilibrio y obtener una ganancia que le permitirá a Minas y Cuevas invertir en tecnología.
Minas y Cuevas utiliza el 50% de los ingresos económicos captados por la venta de oro para cubrir los gastos administrativos y operativos y el otro 50% lo distribuye entre sus socios, es decir, entre los hombres que detectan el oro y cavan túneles para extraerlo.
Los mineros, que hasta antes de fundar Minas y Cuevas realizaban esta labor de manera clandestina, viven en siete aldeas de Macuelizo y con el dinero que obtienen sufragan las necesidades de 350 personas.
Abner Carías, coordinador en Honduras de la Alianza por una Minería Responsable (ARM, en inglés), quien la semana pasada visitó la mina, le dijo a Diario LA PRENSA que las comunidades se verán beneficiadas cuando Minas y Cuevas obtenga el certificado Fairmined “porque podrán vender a un precio mayor respecto al de la bolsa, con un premio extra de unos US$4,000 por kilo exportado”.
De interés: Embajada de Estados Unidos en Honduras reanuda visado de turistas
“Este es el primer proyecto minero comunitario en Honduras. En Centroamérica no hay algo similar. ARM ha estado apoyando a la empresa para que avance en diferentes áreas: organizativa, ambiental, procesamiento, seguridad y salud en el trabajo y los estamos apoyando para que obtengan la certificación”, dijo.
En 2012, el precio internacional del oro se desplomó a US$1,240. Desde entonces y hasta 2019, se mantuvo por debajo de US$1,500.Paulo Deras, quien supervisa 19 grupos de mineros diseminados en 10 hectáreas, cree que “los buenos precios son una recompensa a la fe, paciencia y sacrificio del trabajo” que realizan.
