Por revistaeyn.com con información de EFE
La Domus Sanctae Marthae, conocida como Casa Santa Marta, una residencia para sacerdotes y visitantes en el interior de la Ciudad del Vaticano, fue el lugar que eligió Francisco para ser el centro de su pontificado y en sus humildes estancias se llevarán a cabo los ritos funerarios como el pontífice argentino dejó escrito.
Tras ser elegido, Jorge Bergoglio visitó las habitaciones del palacio pontificio y el apartamento papal en el tercer piso y decidió que nunca se quedaría allí.
“No es tan lujoso, pero es enorme. Es como un embudo pero al revés. Entra el que tiene permiso para entrar, entonces caes en manos de los colaboradores, perdés independencia y sin gente...", afirmó Francisco.
Después visitó Santa Marta y dijo: "esto para mí". "Cuando me preguntaron por qué no me había quedado a vivir allá yo dije: 'Por motivos psiquiátricos’", explicó el pontífice argentino en una entrevista.
El papa vivió los doce años de su pontificado en el apartamento 201, en el segundo piso de esta residencia donde también se quedan algunos de los cardenales durante el cónclave, formado por dos habitaciones y un baño.
Se trata de una habitación sencilla con un estudio al lado equipado con un sillón y un escritorio de madera, y cerca hay también una pequeña sala que Francisco utiliza para recibir a las personas que desea.
El maestro ceremoniero del Vaticano, Diego Ravelli, informó en un comunicado de que el féretro será velado en la capilla de su residencia por disposición en vida del pontífice, ya que antes de Francisco esto se hacía en la capilla del Palacio Apostólico.
El funeral del papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, deberá celebrarse entre el viernes y el domingo de esta semana, tal y como estipulan las reglas, y esta tarde se procederá al sellado de su apartamento pontificio.
La legislación vaticana vigente, el 'Ordo Exsequiarum Romani Pontificis', un documento que regula las exequias papales, y la constitución apostólica 'Universi Dominici Gregis', indican que el funeral debe celebrarse entre el cuarto y sexto día de la muerte.
En base a esa información, según valora la Santa Sede, el funeral debería celebrarse un día entre el próximo viernes y el domingo.
Francisco ha fallecido este lunes tras más de dos meses de problemas respiratorios que le tuvieron hospitalizado durante 38 días, hasta el pasado 23 de marzo.
RITO DE LA CONSTATACIÓN
Esta mañana las campanas de San Pedro tocaron a muerto y el siguiente paso será el rito de la constatación de su fallecimiento, que será dirigido por el cardenal camarlengo estadounidense Kevin Joseph Farrell, esta noche.
El rito de la constatación de la muerte del papa Francisco tendrá lugar este lunes a partir de las 20:00 hora local (18:00 GMT) en su residencia de la Casa Santa Marta, informó el maestro ceremoniero del Vaticano, Diego Ravelli.
Después, se introducirá su cuerpo en el féretro para ser velado en la capilla de su residencia.
SEGURIDAD EN ROMA
La ciudad de Roma se prepara para acoger a los cientos de miles de fieles que llegarán desde este lunes a la capital italiana para los funerales del papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, motivo por el que las autoridades convocaron un Comité Operativo urgente para garantizar la seguridad ciudadana.
Por el momento, antes de que el Comité Operativo convocado por el Jefe del Departamento de Protección Civil, Fabio Ciciliano, se reúna a las 15.00 (14.00 GMT) en Roma, las autoridades italianas desplegaron un operativo inicial en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro que cortó algunas calles para garantizar el orden en los aledaños al Vaticano, zona masificada tras la muerte de Francisco.
Además, en señal de duelo por la muerte del Santo Padre, la Presidencia del Consejo de Ministros ordenó que las banderas de los edificios de la Presidencia ondeen a media asta. Esta disposición fue comunicada a los órganos constitucionales, prefecturas, representaciones diplomáticas y consulares en el extranjero, así como a las fuerzas armadas y de policía.
SANTA MARTA Y SU DIPLOMACIA
Domus Santa Marta cuenta con 105 suites de dos habitaciones y 26 habitaciones individuales y está gestionada por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
A lo largo de su historia ha sido un hospicio para religiosos y también para los pobres del barrio. Durante la Segunda Guerra Mundial albergó a los embajadores ante la Santa Sede de los países que habían roto relaciones diplomáticas con el gobierno de Benito Mussolini y ya no podían vivir en sus residencias en Italia. A principios de los años 90 fue restaurada.
Santa Marta es un hotel y por lo tanto lo primero que ve quien llega es una recepción y tiene un comedor con autoservicio, donde también el papa solía bajar a comer.
En los últimos años, a pesar de su menor tamaño, Santa Marta se ha convertido en el centro de la actividad “privada” de Bergoglio, el lugar donde recibe invitados o amigos fuera de contextos más oficiales.
Y a veces, por motivos de salud, también a otras autoridades como ocurrió este domingo con la visita del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.
Por ello, muchos analistas hablan de la “diplomacia de Santa Marta” para definir aquellos momentos más privados de Francisco con personalidades y con menos control de la Curia o del departamento de Comunicación.
En estos espacios sólo estuvieron sus secretarios, que Francisco fue cambiando durante los años y que en los últimos momentos de su vida fueron el italiano don Fabio Salerno y los argentinos don Daniel Pellizzon y don Juan Cruz Villalón, con residencia permanente en Santa Marta, en el mismo piso que el papa.