Por Roberto Fonseca L. y Gabriela Melara - Revista Estrategia & Negocios
El informe de mercado de café de la Organización Internacional del Café (OIC), correspondiente a septiembrede 2022, confirma una tendencia negativa: las exportaciones del grano desde México y Centroamérica -que identifican como “otros suaves”- descendieron 13 % en los primeros 11 meses del año cafetero 2021/2022, con respecto al mismo periodo del año cafetero anterior, sumando 15 millones de sacos de 60 kilogramos versus 17,3 millones de sacos.
“Guatemala y Honduras fueron los dos orígenes principales a los que se debió el último descenso en las exportaciones de los “otros suaves”, ya que sus exportaciones de grano verde tuvieron una caída respectiva del 27,7 % y del 41,3 %”, indica el documento.
En Honduras, señalan, el sector cafetalero está luchando contra la roya que afectó la cosecha e hizo que la asociación del café del país tuviera que rebajar las perspectivas de exportación del año cafetero 2021/2022 dos veces ya, de 5,8 millones desacos a 4,6 millones.
Mientras Guatemala está también luchando contra el impacto del descenso de la producción debido principalmente a razones de clima y de disponibilidadde mano de obra, que están teniendo un efecto en cadena en las exportaciones del país.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, conocido por sus siglas en inglés USDA, confirma que la producción de café ha venido disminuyendo en la mayoría de los países de la subregión al menos en las últimas cinco cosechas del grano de oro.
En el reporte titulado Coffee: World Markets and Trade, de junio de 2022, refiere que la producción de café -entre las cosechas 2017/2018 y 2021/2022- se redujo en 16,3 % en Costa Rica, en -10,6 % en El Salvador y en -28,9 % en Honduras. Sólo en Guatemala aumentó 1,3 % y en Nicaragua 2,5 %.
En cambio, el consumo de café creció 3,3 % en Estados Unidos en ese lapso, en Canadá aumento en 5,7% y en China en 44,8 %. En la Unión Europea, el mayor consumidor del globo, aumentó 0,3 %, de acuerdo a cifras proporcionadas por USDA.
FACTORES ADVERSOS
Gustavo Elizondo Fallas, miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO) y gerente de Relaciones Corporativas de Coopetarrazú, confirmó que hay una fuerte caída en la productividad influida por el cambio climático que generan sequía y presencia de plagas y enfermedades en los cafetales de su país y de la subregión. Además, en los países del Triángulo del Norte y Nicaragua, señaló que hay falta de apoyo estatal, con “gobiernos más preocupados en su fortalecimiento político que en la reactivación económica”.
La caficultura se origina en el siglo XVIII en Costa Rica y la cooperativa que representa Elizondo, CoopeTarrazú, agrupa a más de 5.000 asociados y asociadas, con más de 70 años de tradición cafetalera. El café de la región Tarrazú es uno de los más reconocidos en ese país y en el mundo y representa el 40 % de la producción nacional. Los plantíos se ubican entre los 1.200 y 1.900 metros de altitud aproximadamente.
Se exporta el 70 % de la producción. “La evolución de la caficultura en Costa Rica es un fenómeno endógeno, en donde hemos visto un descenso en la producción, pasando de tres millones de sacos a menos de dos millones en los últimos 25 años”, apuntó el dirigente gremial.
“En el país tenemos dos fenómenos dependiendo de la región; por un lado, en zonas bajas, los bajos precios y el ataque de enfermedades como la roya han llevado al abandono de la actividad generando cambios en el uso del suelo o terrenos baldíos; en las partes altas, terrenos de vocación agrícola, con un gran potencial en la producción del café, han cedido al avance de la urbanización, dejando debajo del concreto, los suelos aptos para el cultivo”, añadió Elizondo.
Por su parte Aura Lila Sevilla Kuan, presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ACN), señaló que son muchos factores, sin embargo apuntó que el principal es el cambio climático, que ha afectado el calendario cafetalero y altera al máximo las temperaturas, algo que ocasiona estrés en las plantaciones, versus las fuertes precipitaciones que erosionan los suelos dejándolos pobres de nutrientes y además propician la propagación de plagas y enfermedades en las plantaciones.
“Otro factor fundamental para esta reducción, es el manejo de las plantas por los bajos precios del café que se mantuvieron casi por una década, por tanto, al no alimentarse adecuadamente, la planta va perdiendo productividad que se refleja en cada ciclo”, señaló.
Por su parte Juan Francisco de Sola, de la Asociaciónde Beneficiadores y Exportadores de Café de El Salvador, recordó que en junio de 2020 el Triángulo Norte fue víctima de una tormenta tropical -Amanda-, y en noviembre del mismo año, durante la época de la maduración y recolección, Honduras y Nicaragua fueron devastadas por tormentas tropicales (Eta e Iota) que afectaron muchísimo sus cosechas.
“Debo agregar también que en esa época, el mercado de café estaba dando precios muy por debajo de los costos de producción. Esto causó que los productores dejaran de invertir lo suficiente en sus fincas para que produjeran a su mejor rendimiento”, señaló de Sola.
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Al respecto, cabe indicar que un informe de la OIC, de marzo de 2021, refería que el precio indicativo compuestode la organización internacional correspondía a US$159/saco de 60 kilogramos. En cambio, a septiembre del presente año, el precio corresponde a US$260/saco de 60 kilogramos.
“Dada la escasez de café en el mercado por la crisis de Brasil, los orígenes centroamericanos lograron colocar su café, aunque en menor cantidad, a mejores preciosdes de 2021 hasta 2022”, añadió de Sola. Por su parte la dirigente gremial cafetalera nicaragüense indicó que el incremento de los precios del cafévino acompañado por un fuerte incremento de los insumos agrícolas, así que parte de esas posibles ganancias fueron absorbidas por los costos de producción.
“Es positivo que los precios se mantengan arriba de los 200 dólares y si los precios de los insumos el próximo ciclo bajan, podemos hablar de un margen de utilidad para el productor. Por lo menos estos precios nos ha garantizado seguir en el cultivo”, indicó.
Sevilla Kuan lamentó que en Nicaragua el gobiernono impulse una estrategia para reactivar la caficultura, como lo hizo Honduras años atrás y que lo llevó a ser el mayor productor de café en Centroamérica. Y, por otra parte, sea considerado de “alto riesgo” por la banca, por tanto el acceso al crédito es otra de las principales limitaciones que enfrenta el productor del grano de oro.
“Tenemos años de estar produciendo casi lo mismo, los productores lo que han garantizado es mantenerse en un cultivo de subsistencia que ha dejado de ser rentabledes de hace varios años. Sin embargo la cultura, tradición familiar y la vocación de la tierra mantiene vivo este cultivo, para garantizar el patrimonio de las familias productoras”, dijo la dirigente gremial.
De Sola también refirió que lamentablemente El Salvador no ha logrado recuperar la producción de café que antes lo caracterizaba. Desde 2013/2014, debido a la roya entre otros factores, su país no ha logrado producir más de 650.000 sacos de 60 kilogramos. Entre los factores que han incidido, citó alto endeudamientode la cadena de suministro, poco o nulo financiamiento para el sector productor, escasez de investigación y transferencia de tecnología para el cultivo y; poca mano de obra y delincuencia en las zonas cafetaleras.
El dirigente gremial salvadoreño indicó que el Estado anunció un fideicomiso por US$640 millones, que serviría para la parte de investigación y extensión agrícola, manejo de la deuda y créditos de renovación para las fincas, sin embargo, éste no se ha ejecutado. Por otra parte, el sistema financiero de su país dijo que tiene poco incentivo para invertir en café, dada la baja producción y el alto endeudamiento de los productores, los créditos para café son escasos.
En cambio Fallas, directivo de CADEXCO, destacó el sistema de Banca de Desarrollo, que coloca recursos para la transformación y competitividad del sector cafetalero costarricense. A pesar que prevalece un buen precio internacional, las proyecciones de la USDA no son alentadoras para la próxima cosecha 2022/2023 que está a las puertas. En el caso de Costa Rica estiman una producción de 1.3 millones de sacos de 60 kilogramos, en El Salvador 575.000 sacos, en Guatemala 3.7 millones de sacos, en Honduras 6.0 millones de sacos y en Nicaragua 2.8 millones de sacos de café.
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