Gremiales consideran que la reforma aprobada, estrecha las oportunidades de financiamiento a la población.
*Información de El Diario de Hoy - El Salvador,
Las gremiales del sector privado insisten en que la fijación de un techo a las tasas de interés de las tarjetas de crédito no es conveniente para la economía del país. Mucho menos que el Gobierno intervenga el mercado.
Para la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), las reformas a la Ley de Tarjetas de Crédito, aprobadas el 29 de septiembre pasado, con 52 votos, vendrían a estrechar el acceso al financiamiento.
Por lo anterior, Fusades ha hecho un llamado al presidente de la República, Mauricio Funes, a que vete las reformas, que además carecen de fundamentos técnicos.
La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) recordó que las mismas instituciones del Estado han mencionado que este tipo de medidas es inconveniente para todos los sectores económicos, sobre todo, porque unas 400 mil personas podrían perder la posibilidad de tener este tipo de productos financieros.
'Sería un golpe más para la economía porque las tarjetas se han convertido en una opción de crédito para los salvadoreños y la microempresa', dijo Jorge Daboub, presidente de la ANEP.
En su opinión, lo más preocupante es que el Estado 'meta la mano' en regular precios, pues con eso lo único que termina haciendo es desincentivar la producción.
'Hacemos un llamado para que se haga un análisis técnico, que permita que la decisión que se tome no sea política', explicó Daboub.
La visión es compartida por la Cámara de Comercio e Industria, tal como lo expresa su director ejecutivo, Federico Hernández, quien cree que el país no debe caer en el control de precios vía decreto legislativo. 'Ha sido una tradición del populismo latinoamericano hacer este tipo de medidas, cuando en el mercado hay instituciones que son las que deben actuar, pero no deben ser los políticos los que con mayoría coyunturales se atrevan a hacer esto'.
Francisco Bolaños, de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), dice que el poner un límite a las tasas de interés del plástico se estaría cayendo en el control de precios, con lo cual se crearía una distorsión en el mercado. 'Puede salir más cara la medicina que la enfermedad'. Otra preocupación del sector es que la banca podría optar por reestructurar el crédito, es decir, aumentar las tasas de interés para todo tipo de financiamiento.
La opinión de Pablo Durán, presidente de la Unión de la Mediana y Pequeña Empresa (Unión-Mipymes), apunta a que este tipo de reformas promoverá el control del gobierno en la actividad bancaria, es decir, la intervención.
'El Estado no debe controlar los precios de mercado, para eso tenemos una dependencia que se llama Defensoría del Consumidor. Esto además es un mal precedente porque ahuyenta la inversión, lo cual no es bueno para el país', indicó.
La afectación para la microempresa será grande, porque tendrán que optar a financiamiento más caro, lo cual incluye: agiotistas, prestamistas, y microfinancieras, cuyos cobros de tasas de interés van desde el 10 % y hasta más del 20 % mensual.
Los pequeños empresarios también le hicieron un llamado al presidente Funes, para que no avale las reformas, pues ya había tomado una decisión correcta y de beneficio para los sectores económicos, como es la creación de la Banca de Desarrollo.
Durán ve en ese instrumento financiero, una solución que aumentaría la competencia, algo que no se logra con medidas populistas ni políticas.
* http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=47861&idArt=6286898