Centroamérica & Mundo

El Papa y Slim coinciden: los jóvenes primero

El Papa ha tocado la llaga. Es tiempo de pensar seriamente como sociedad en cómo hacer que el presente cambie. Slim, en Guatemala, sugirió que el camino pasa por: nutrición, salud, educación, preparación técnico vocacional, inversión más empleo producen prosperidad y bienestar. Por: Julio Ligorría.

2014-04-15

Sorprende el Papa Francisco a cada momento. Además de vivaz y sonriente, está promoviendo poco a poco un cambio interesante en la iglesia católica, la cual acercará al mundo para humanizarla más que siempre.

Por: Julio Ligorría Carballido

En el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, por ejemplo, hizo énfasis en la juventud y la falta de oportunidades que las jóvenes generaciones tienen. Sin duda, no se refirió a las élites, sino a las mayorías, que languidecen ante las posibilidades reales de tener una buena educación, buenos servicios de salud y una oportunidad real de acceder a un buen empleo.

A Su Santidad le queda claro el panorama de nuestra Latinoamérica -sin duda, la del resto del mundo- donde la meta de muchos empresarios es ser eficientes en el manejo de sus costos. No hay espacio para hacer caridad, sino hay que mantener a flote las empresas en tiempos de alta competitividad. Pero sabe el pontífice que para los jóvenes hay poco espacio dentro del esquema actual.

Oportuno resulta entonces el llamado del Papa Francisco. Es un clamor para orientar la buena voluntad de quienes pueden promover el cambio en el ambiente empresarial, educativo y de servicios de salud. Es un llamado para que los más fuertes cuiden de abrir campo a la juventud y no dejarla a la deriva. Es, en suma, un llamado para que se comprenda el riesgo de facilitar el surgimiento de una generación que no tiene valores sólidos, que carece de expectativas en un mundo convencional y que, autodescalificándose, busca un destino que no necesariamente será bueno para el resto de la sociedad.

Coincido con la visión papal sobre la juventud. Si no les atendemos quienes podemos abrirles el camino del bien, lo harán -y eso ya ocurre- quienes ven en cada chico abandonado a un soldado reclutable para el crimen organizado en todas sus acepciones.

El pasado 10 de Julio tuve la oportunidad de compartir con el Ingeniero Carlos Slim y el presidente de mi país en dos reuniones privadas con un pequeño grupo de empresarios. El ingeniero Slim, puso sobre la mesa la necesidad de visualizar una fórmula de prioridades para terminar con la pobreza en Latinoamérica: la formula, que pareciera sencilla requiere de gran voluntad y perseverancia en el tiempo y es la siguiente: nutrición, salud, educación, preparación técnico vocacional, inversión más empleo producen prosperidad y bienestar. O sea, toda una serie de acciones que generan bienestar a la familia y a las naciones y que convierten en productivos a miles de ciudadanos.

Tomemos nota que el tema seguridad no se menciona, pero es lógico, con programas permanentes, no necesariamente asistencialistas, sino funcionales y auto sostenibles por las propias comunidades, el tema seguridad se produce sin esfuerzo.

Cito a Slim, pues es una gran coincidencia que un empresario global como él, traiga un mensaje que precisamente enfoca la misma preocupación que Su Santidad expresa de distinta manera, pero que en esencia es lo mismo.

El Papa ha tocado la llaga. Es tiempo de pensar seriamente como sociedad en cómo hacer que el presente cambie. Hay que medir si en medio de la situación económica del mundo, hay espacio para procurar un mejor futuro. Oportuno será pensar en qué se heredará como sociedad a las generaciones que nos siguen, para evaluar cuán bueno ha sido nuestro desempeño actual.

Olvidando el tema no ocurre nada bueno en el corto plazo. La masa crítica de pobreza aumentará y solo obligará a que unos se protejan cada vez más de los otros; el bienestar de unos no llegará ni por accidente a los otros, y cuando llegue el momento, las penas de unos serán razón de indiferencia en otros.

Quizá por eso haya sido el llamado de atención del Papa Francisco sobre los jóvenes sin oportunidad. Por razón humanitaria, hay que buscar una salida para tratar estos casos.

www.julioligorria.com

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE