Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
Nayib Bukele empezará su segundo período consecutivo (2024-2029) como presidente de El Salvador con un amplio respaldo popular por su efectivo combate a las pandillas. Pero, con fuertes críticas por su control total de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) y la recuperación de la economía como el principal reto a superar del país que el mismo se hereda.
Según el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, Bukele fue reelecto con el 82,66 % de los votos de los que acudieron a las urnas en febrero pasado (equivalente a 2,7 millones de votos), pese a que los artículos 152, 154 y 88 de la Constitución de la República establecen que no puede optar a la presidencia quien haya desempeñado el cargo por más de seis meses durante el período inmediato anterior y que la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos.
Este segundo periodo al frente de la presidencia salvadoreña está marcado por la ausencia de la oposición en el Congreso. El mandatario ganó el último eslabón del poder al obtener con aliados 43 de los 44 concejos municipales y cuenta con el respaldo del 90 % de los escaños de la Asamblea Legislativa, lo que le da los votos suficientes para aprobar sin problema cualquier proyecto de ley.
Un ejemplo de los planes de Bukele por adecuar la Carta Magna a sus deseos es que la saliente Asamblea aprobó con dispensa de trámite un acuerdo de reforma a la Constitución de la República con el fin de que una misma legislatura podrá ratificar los cambios "con el voto de tres cuartas partes" de los 60 diputados, de los cuales el partido de Bukele tiene 54 escaños.
SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS
Bukele mantiene una popularidad local (e incluso internacional) gracias a su estilo de gobernar y la implementación del régimen de excepción desde hace más de dos años en respuesta a una escalada de 87 asesinatos en un fin de semana atribuido a las pandillas en marzo de 2022 y que ha dejado más de 80.000 capturados y 497 días sin homicidios.
El régimen de excepción ha sido criticado por organizaciones no gubernamentales que han registrado más de 6.000 denuncias de violaciones a Derechos Humanos y 200 muertes de personas privadas de libertad, pero esto poco le importa Bukele y al 85,7% de los salvadoreños encuestados por el Instituto de Opinión Pública de la jesuita Universidad Centroamericana, que dijeron que se sienten seguros.
Cabe recordar que, en 2015, la tasa de homicidios en El Salvador, que se situó en 106,82 por cada 100.000 habitantes, la mayor del mundo en ese entonces y cerró 2023 con una tasa de 2,4 por cada 100.000 habitantes, la más baja en tres décadas, según el gobierno, que lo atribuye a la polémica guerra contra las pandillas.
ECONOMÍA PREOCUPA Y TURISMO CRECE
Pero ahora, los salvadoreños viven agobiados por un nuevo problema: el alto costo económico de la vida. Una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) de FUNDAUNGO revela tres de cada cuatro salvadoreños (75,1 %) mencionan que la economía es el problema más grave que enfrenta el país en la actualidad.
El 5.7 % de los encuestados reporta problemas de inseguridad y violencia, el 1.6 % problemas políticos y de gobernanza, 1.4 % señaló al régimen de excepción, 5.1 % otros problemas, 8.7 % de la muestra dijo que no existía ningún problema y el 2.4 % no sabe o no responde la pregunta.
Ocho de cada 10 personas (79 %) expresaron que los precios de los alimentos de la canasta básica, como frijoles, huevos, tortillas, arroz, verduras y frutas han subido en los últimos tres meses.
La macroeconomía parece haber empezado un proceso de recuperación. El Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador se había mantenido en sus niveles de crecimiento promedio de 2,3 % anual, siendo el más bajo de Centroamérica; sin embargo, el Banco Central de Reserva informó que creció un 3,5 % en 2023 impulsado por el sector de la construcción, electricidad, servicios profesionales y la afluencia de turistas extranjeros.
De hecho, en el sector turismo, la llegada de turistas internacionales a El Salvador creció un 90 % en el primer trimestre de 2024 respecto al mismo período de 2019, según la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo) que señala que el país se mantiene en el cuarto lugar con mejores resultados de turismo internacional desde la pandemia de covid-19.
El Ministerio de Turismo reveló en abril que El Salvador recibió más de un millón de visitantes internacionales solo en el primer trimestre del año, equivalente a un crecimiento de un 38 % frente al mismo periodo de 2023.
DEUDA PÚBLICA
El tema fiscal también es un reto, pues, aunque Moody's Ratings elevó las calificaciones de emisor del Gobierno de El Salvador a Caa1 por las operaciones de recompra de deuda externa en abril de 2024 y ampliar el perfil de vencimientos de deuda interna.
Sin embargo, la agencia señalaba que la capacidad de financiamiento salvadoreña "sigue siendo algo limitada en función del costo al que el soberano puede acceder actualmente a los mercados externos", el hecho de que la dolarización oficial limita la disponibilidad de un prestamista de última instancia y la falta de un programa del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pueda proporcionar y catalizar financiamiento a tasas más asequibles. Las opciones de financiación local también son limitadas, ya que el mercado interno es poco profundo y los bancos tienen una elevada exposición a la deuda pública.
La calificación Caa1 de El Salvador continúa incorporando "instituciones y gobernanza débiles, así como una susceptibilidad relativamente alta al riesgo de eventos, lo que refleja el acceso limitado del gobierno al financiamiento transfronterizo".