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El Salvador se crea empleo pero el ritmo

La creación de empleo en el periodo octubre-noviembre del año pasado fue de 3.746 nuevas plazas, un ritmo más alto que el de un año anterior, pero el menor en tres ciclos expansivos, medidos desde inicio de la década de los 90.

2014-04-25

La creación de empleo en el periodo octubre-noviembre del año pasado fue de 3.746 nuevas plazas, un ritmo más alto que el de un año anterior, pero el menor en tres ciclos expansivos, medidos desde inicio de la década de los 90.

Por: estrategiaynegocios.net

Según informó ayer el gobierno de El Salvador, la creación neta de empleo formal alcanzó la cifra de 113.691 plazas nuevas entre diciembre de 2009 y noviembre de 2013. Los datos se corresponden con el último reporte de cotizaciones del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), retomado por el Ministerio de Economía para medir el comportamiento del empleo.

De acuerdo a la información oficial, solo entre octubre y noviembre del año pasado se crearon 3.746 nuevas plazas de trabajo. Este crecimiento mensual es incluso mayor a las 2.058 plazas que se crearon entre septiembre y octubre del año anterior.

Aunque los datos son positivos y reflejan una leve recuperación de la economía de la mano del sector privado (pues 76,2% del empleo lo crearon empresas y 23,8% el sector público), el ritmo de generación de plazas de empleo resulta lento tomando en cuenta los estragos que dejó en la economía salvadoreña la crisis del 2008 y la casi nula inversión que se registró durante la administración del Presidente Funes, un fenómeno del cual esta nación aún no se ha podido recuperar.

De hecho, El Salvador descendió 10 puestos en el índice de Competitividad Global 2013-2014, elaborado por el Foro Económico Mundial, y esa pérdida de competitividad aunada a una bajísima inversión (la IED de 2013 sería inferior en US$8 millones a la de 2012, para alcanzar no más de US$250M) sigue presionando sobre la tasa global de desempleo y sobre la capacidad real de la economía para crear empleo genuino.

Según datos de PNUD y CEPAL el desempleo fue de 6,2% en 2012, mientras que un estudio de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) indica que el promedio mensual de empleo generado por el sector privado en el ciclo 2009-2013 fue de 1.807 plazas, el menor de tres ciclos de expansión considerados desde el inicio de los ´90. Y ese nivel cayó aún más en el último trimestre computado por el gobierno.

Esta persistente tensión entre empleo-desempleo se da en El Salvador a partir de una realidad incontrastable en los últimos años: un crecimiento promedio de la economía que no superó el 1,8%, cuando es preciso, de acuerdo al Banco Mundial, un crecimiento sostenido del 5% por al menos 10 años para superar problemas estructurales como la desocupación, la pobreza y sus colaterales más graves: la violencia y el aumento de la criminalidad.

El mayor riesgo que entraña la encrucijada del bajo crecimiento en El Salvador es de carácter social: según el PNUD "la tercera parte de la población económicamente activa salvadoreña (32 % de los ocupados) no recibe un salario suficiente, está subempleada o labora en condiciones de informalidad, sin acceso a seguridad social y otras prestaciones normadas por ley", según expone en su Informe sobre Desarrollo Humano de El Salvador, 2013, "Imaginar un nuevo país. Hacerlo posible".

La violencia (apenas contenida por el publicitado "pacto de pandillas" que auspició el gobierno de Funes) es una de las consecuencias o fenómenos concomitantes con una economía poco activa en la creación de empleo. Para PNUD, esto se convirtió en una problemática complejo y multidimensional.

"Los jóvenes y las mujeres deben estar en el centro de las respuestas al delito y la violencia", dice el PNUD

"No hay una solución mágica para la inseguridad ciudadana en la región y en Centroamérica, pero este grave problema sí tiene remedio y requiere aproximación multisectorial y voluntad política de largo plazo," dijo el Subsecretario General de la ONU y Director del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz. "Un enfoque que proteja los derechos a una vida digna y la integridad física y material es la base de la seguridad ciudadana, por eso hay que invertir en la juventud como motor del cambio en la región," agregó Muñoz.

Los jóvenes, principalmente los varones, son los más afectados por la criminalidad y la violencia y, a la vez, son los responsables más comunes de la violencia y los delitos, según el IDH.

En Centroamérica, El Salvador (92,3), y Guatemala (55,4) tenían la primera y la cuarta más alta tasa de homicidio entre jóvenes del mundo (por 100,000 jóvenes), según datos de la Organización Mundial de la Salud, del 2011.

Parece claro que el nulo crecimiento, las dificultades para crear empleos sustentables, el abandono de la juventud en manos de la criminalidad y la ausencia de horizonte laboral están cobrando caro a los salvadoreños en términos de desarrollo humano.

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