Los reclamos de cambios a la ley electoral y de partidos políticos, efectuados a través de diversas protestas populares se ven refrendados en los resultados de la Encuesta Libre, que hoy se publica con amplitud de detalles en la edición impresa de este matutino: el 71% de encuestados se expresa a favor de prohibir la reelección de diputados así como en contra de la práctica parlamentaria de cambiar de partido y bancada a conveniencia.
Durante 16 semanas consecutivas la Plaza Central se ha convertido en la palestra social sabatina. Familias enteras, grupos de estudiantes, campesinos, todos reunidos para pedir al unísono que se escuche su voz, que se tome en cuenta su reclamo de aires de cambio y se modifique esa norma.
A raíz de estas expresiones sectores como la Universidad de San Carlos y colectivos sociales trabajaron e impulsaron propuestas aunque al final se adhirieron a la planteada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que está en discusión en el Congreso, junto a la iniciativa que ya obtuvo dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad, pero entrampada por Líder y el partido oficial. De acuerdo a los resultados de la encuesta, esta táctica dilatoria puede traer repercusiones a estos grupos debido a la demanda de la población que la encuesta refrenda.
El 71% de los guatemaltecos considera que los diputados no deben reelegirse. Así piensan, sin importar su condición social, grupo etario o área geográfica. Las respuestas son similares en el área urbana, interior urbana y rural. En las ciudades principales y cabeceras, el porcentaje se incrementa y llega hasta el 76%. Los jóvenes, en 73 por ciento, son los que están más de acuerdo con que se prohíba la reelección de los diputados para más de un período. El porcentaje también tiende a subir en los grupos de mayor poder adquisitivo. Pero en el segmento popular se mantiene el repudio a esa práctica.
De hecho uno de los puntos que más polémica suscita en las reformas es la reelección. Algunos consideran que los diputados pueden reelegirse por un período continuo y nada más; pero otra postura señala que un parlamentario puede utilizar su derecho de reelección, quedar fuera una legislatura y volver a elegirse, para después obtener otra reelección.
No al transfuguismo
Para varios diputados, el cambio de partido ha sido una forma de vida. Ejemplos de ello son Arnoldo Medrano y Arístides Crespo, quienes antes de que acabe su período se cambian de bloque. Sin embargo, en la actual legislatura la modalidad cambió. Leslie Buezo lleva ocho cambios de partido en tres años y medio mientras que Juan Manuel Giordano; una cinco veces. Curiosamente, el primer día de la actual legislatura nueve diputados, encabezados por Roberto Alejos, abandonaron la Unidad Nacional de la Esperanza para formar un bloque independiente que ahora se llama Todos.
Esa actitud es la que se quiere sancionar con las reformas a la ley electoral. Se estima que más del 40% de los diputados han cambiado de partido al menos una vez en los últimos tres años. El transfuguismo ocurre generalmente por el interés en el otorgamiento de obra pública, tanto por las supuestas comisiones que se cobran a los contratistas como por el apoyo del poder local.
De acuerdo a la propuesta del TSE, si se modifica la ley electoral, se entenderá por transfuguismo el acto por el cual un diputado, renuncia a un partido político, habiendo sido electo o cuando ya está ejerciendo el cargo, mediante sufragio universal, para un período, y estuviere designado en uno de los órganos establecidos, automáticamente cesa en el cargo del órgano del Congreso que integrare, el cual será asumido por un diputado del Partido representado; el renunciante no podrá optar a ningún cargo dentro de los órganos del Congreso de la República.
