Con los datos del nuevo censo, pareciera que la población de las ciudades se trasladó a las costas del país, dinamizando la actividad económica de esos poblados.
*Información de El Financiero - Costa Rica,
¿Estaban preparadas las municipalidades de cantones costeros para hacerle frente al incremento de habitantes generado en la última década?
La respuesta a esa interrogante flota sobre la marea de habitantes que arribó a las costas puntarenenses y guanacastecas en el periodo 2000-2011, según los datos que sacó a la superficie el censo nacional 2011, dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) la semana pasada .
Entre los cuatro cantones con mayor crecimiento, despuntan tres costeros: Garabito, Carrillo, y Santa Cruz.
El Ministerio de Planificación (Mideplan) pide tiempo para analizar los datos y se limita por ahora a confiar en que esos ayuntamientos costeros hayan acatado la directriz de contar con planes reguladores adecuados para absorber la oleada de nuevos vecinos y los consecuentes retos a nivel de infraestructura.
Sin embargo, a la orilla del mar el término planificación era desconocido hasta hace muy pocos años y la explosión en la cantidad de habitantes y en el desarrollo inmobiliario pilló a los ayuntamientos viviendo en un pasado de escasos pobladores y poca demanda de servicios públicos, que se mantienen en escala baja, pese a la presión que genera el crecimiento
Revelador en sus contenidos, el censo dio a conocer que los cantones de Tibás y San José son la otra cara de la moneda. Ambas localidades capitalinas perdieron población desde el 2000
El ministro de Planificación, Roberto Gallardo, cree que el máximo atractivo que presentaron cantones como Garabito de Puntarenas y Carrillo de Guanacaste fue la pujante actividad económica y la consecuente oferta de empleos en el área de los servicios, especialmente entre el 2005 y el 2007, previos a la crisis económica mundial del 2008.
Roy Castellón, geógrafo especialista en ordenamiento territorial que dirige la oficina de Plan Regulador de la Municipalidad de Garabito, confirmó que el auge en la llegada de habitantes se dio durante esos años.
'Entre los años 2000 y 2005 la municipalidad otorgó 1.027 permisos de construcción. Pero solo en el 2006 se dieron 1.500 permisos y en el 2007 otros 1.300. Eso generó un caos. Nadie se esperaba una explosión de tal magnitud', sostuvo el geógrafo.
Castellón subrayó que fue hasta el 2005 que el ayuntamiento empezó a pensar en serio en montar un plan regulador para la zona urbana y la costera.
'Hasta ese año, la municipalidad no contaba con los profesionales necesarios para enfrentar el crecimiento en el cantón y empezamos a ver caos vial, construcciones sin permisos y en zonas no aptas. La expansión poblacional trajo mucho empleo, pero también problemas que estamos resolvieron a poquitos', estimó.
Lo que aún permanece igual es la infraestructura de los servicios públicos, como escuelas, colegios, clínicas y seguridad. Castellón se quejó de que las entidades gubernamentales encargadas de esos servicios aún hoy mantienen la posición de que Garabito no tiene suficiente población para incrementar su prestación.
'No hay ni esperanzas de que la clínica de Jacó se convierta al menos en un Centro de Atención Integral de Salud (CAIS) y el cantón solo ve incrementarse la cantidad de policías en semana santa: apenas 27 para atender a 60.000 personas que nos visitan', dijo.
El crecimiento, agregó el funcionario, llevó a Garabito a crear su cuerpo de policía municipal y a pagar el alquiler del inmueble que alberga al Cuerpo de Bomberos, signos, según Castellón, de la falta de atención que las autoridades estatales han puesto en el crecimiento de la población.
Empero, Gallardo reconoce algunas facetas negativas del fenómeno migratorio interno: 'El crecimiento de la oferta laboral en el sector de servicios en áreas donde usualmente no se daba, trajo como consecuencia que las nuevas oportunidades laborales que generó fueran aprovechadas por personas de la meseta central, que gozan de la capacitación necesaria para asumir esas funciones, alejando a la población local de los mejores puestos. Eso explica muy bien por qué San José ha perdido población y varios cantones costeros la han ganado', acotó.
El ministro espera que la población nativa del área rural tenga mejores oportunidades laborales al terminar este gobierno. Sin embargo, aún es pronto para sacar conclusiones. El censo logró probar que la cantidad de habitantes rurales sigue en picada
Gallardo afirmó que al contar con detalles a nivel distrital, el censo servirá para que el Ministerio de Planificación dicte políticas públicas más precisas y dirigir así los programas de ordenamiento territorial de mejor forma.
El jerarca mencionó que, desde el gobierno pasado, Mideplan echó a andar un programa para darle a los municipios mejores instrumentos de planificación estratégica de mediano y largo plazo. 'Partimos de la premisa de que todas las municipalidades deben contar con buenos planes reguladores', concluyó.
Pero en la práctica las cosas son distintas: 'La planificación urbana en un cantón con apenas 33 años de existencia representa un problema de conciliación muy serio. Los intereses de gente con cierto peso y el aparato burocrático, generan muchos retrasos en el proceso', apuntó Castellón.
Al fin y al cabo es él quien debe planear cómo contener el tsunami de habitantes que inundó Garabito y los otros cantones costeros en tan solo una década.
* http://www.elfinancierocr.com/ef_archivo/2012/junio/17/economia3199066.html
