Centroamérica & Mundo

Las claves del análisis del FMI para Guatemala

Las perspectivas siguen siendo favorables, de acuerdo con la entidad, que proyecta un crecimiento económico del 4% en 2022.

2022-06-13

Por Andrea Meza, E&N

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer en los últimos días las proyecciones de crecimiento para Guatemala. En el informe estableció que la economía del país fue notablemente resistente durante la pandemia y la perspectiva a corto plazo se mantiene favorable.

La economía fue respaldada por un entorno externo favorable y la rápida, contundente y coordinada respuesta de las autoridades en 2020 que sentó las bases para una recuperación sólida.

A continuación las claves para entender el panorama económico de Guatemala, según el FMI:

Crecimiento del PIB

El PIB real creció un 8 % en 2021 y se proyecta que crezca alrededor de un 4 % en 2022 y que luego converja a su tasa potencial de 3.5%. Si bien las presiones inflacionarias se mantuvieron contenidas en su mayoría en 2021, se prevé que la inflación aumente en 2022 en línea con las presiones inflacionarias mundiales, pero debería permanecer dentro del de la meta establecida por el Banco Guatemala (Banguat).

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La posición externa sigue siendo más sólida de la consistente con los fundamentos de mediano plazo y las políticas recomendadas, pero se espera que la brecha se reduzca. “A pesar de tal resiliencia, los indicadores sociales probablemente se deterioraron durante la pandemia y persisten las brechas sociales y de infraestructura de larga data”, indica la entidad.

Con una recuperación bien arraigada, las políticas a corto plazo deben calibrarse cuidadosamente para mantener el impulso económico, pero manteniéndose ágiles ante la evolución de las condiciones macroeconómicas y sociales. La postura fiscal en 2022, incluidas las medidas temporales anunciadas para mitigar el impacto de los precios más altos de las importaciones y el aumento en el presupuesto de infraestructura, son adecuadas. “Si las condiciones económicas empeoran, las autoridades deberían considerar la posibilidad de volver a implementar temporalmente algunas de las medidas sociales focalizadas desplegadas en 2020”, recomiendan.

Política monetaria

La normalización de la política monetaria debe calibrarse cuidadosamente en un contexto de condiciones financieras globales más estrictas y seguir dependiente de los datos para mantener las expectativas de inflación ancladas. Una estrategia de comunicación clara y consistente ayudará a guiar las expectativas del mercado, mientras que una mayor flexibilidad del tipo de cambio también puede ayudar a absorber los choques externos. La SIB debe continuar monitoreando de cerca los préstamos en mora y cualquier riesgo potencial para la estabilidad financiera, incluidos los derivados de condiciones financieras globales más estrictas.

Brechas sociales

Acelerar los esfuerzos para abordar las brechas sociales de larga data es crucial mientras se mantiene la sostenibilidad fiscal. Para cerrar estas brechas es necesario aumentar aún más los ingresos fiscales y mejorar la eficiencia del gasto para crear espacio fiscal. En ese sentido, la SAT debería de consolidar e incrementar las recientes mejoras de la administración tributaria.

Por el lado del gasto, las reformas deben centrarse en aumentar la flexibilidad presupuestaria, reforzar el coste-eficacia de las adquisiciones, mejorar la cobertura y la calidad de los servicios públicos y racionalizar los incentivos y exenciones fiscales. Las autoridades podrían fortalecer aún más su visión de infraestructura estratégica a largo plazo con un enfoque en proyectos con el mayor potencial de crecimiento inclusivo.

Para respaldar estos esfuerzos, mientras que se mantiene la muy prudente política fiscal de larga data en Guatemala, se podrían explorar mejoras adicionales al marco fiscal a mediano plazo, como una planificación presupuestaria plurianual y la formalización de un ancla fiscal explícita.

Oportunidades de inversión

“El gobierno apunta correctamente a mejorar el clima de negocios y promover oportunidades de inversión para impulsar el crecimiento económico”, analiza. La aprobación de la ley que facilita los procedimientos de insolvencia debería promover la creación de empresas.

La Ventanilla Única de Construcción recientemente introducida, que facilita la emisión de licencias de construcción, y los esfuerzos del gobierno para impulsar la vivienda asequible y simplificar el marco de APP para acelerar los proyectos de infraestructura clave identificados, deberían impulsar la inversión privada.

La formalización del trabajo a tiempo parcial podría ayudar aún más a incrementar la formalización laboral. Además, el personal del FMI alienta a las autoridades a acelerar la implementación de la Política General del Gobierno 2020-2024 y el Plan Guatemala No Se Detiene para mejorar el clima de negocios y la seguridad.

En los frentes de gobernabilidad y anticorrupción, las reformas que mejoran el entorno judicial y legislativo, incluido el fortalecimiento de la Oficina del Fiscal General, siguen siendo importantes. En ese sentido, son bienvenidos los amplios esfuerzos de transparencia y digitalización realizados en toda la administración pública. Un enfoque basado en resultados podría ayudar a garantizar que estos y otros esfuerzos se traduzcan completamente en resultados sostenibles y concretos para todos los guatemaltecos.

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Sistema bancario

El sistema bancario sigue siendo sólido, pero se deben acelerar las reformas para mejorar el marco regulatorio y de supervisión. Las leyes de Banca y Grupos Financieros y ALD/CFT, que alinean las regulaciones con los estándares Basilea III y GAFI respectivamente, están pendientes de aprobación por el Congreso.

El personal del FMI alienta la rápida implementación del marco legal para Fintech y el dinero electrónico, que está en marcha, y da la bienvenida a la adopción de la nueva Ley del Mercado de Valores, que respaldará el desarrollo de los mercados financieros al tiempo que fortalece el marco regulatorio y de supervisión.

Guatemala debe estar alerta

Los riesgos para el crecimiento siguen sesgados a la baja. La economía guatemalteca enfrenta un panorama externo altamente incierto, incluida la guerra en Ucrania. El desanclaje de las expectativas de inflación en las economías avanzadas, las continuas interrupciones de la cadena de suministro global y los posibles cambios en el sentimiento de riesgo de los inversores podrían conducir a un endurecimiento abrupto de las condiciones financieras globales.

Los precios elevados y volátiles de las materias primas introducen incertidumbre adicional y podrían acelerar las presiones inflacionarias mundiales y ralentizar la demanda externa. El descontento social podría desencadenarse por el aumento de los precios de los alimentos y la energía que afecta a los más vulnerables.

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