Por revistaeyn.com
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Costa Rica ha revelado que, para el año 2044—fecha en que se proyecta el inicio del descenso de la población nacional—un total de 41 cantones experimentarán ya una merma en sus habitantes.
Este fenómeno obedece, principalmente, al comportamiento de indicadores demográficos como la baja fertilidad, el envejecimiento creciente y los patrones de migración interna hacia las zonas urbanas más dinámicas, señala el INEC.
Según las estimaciones subnacionales de INEC, solo 21 cantones mantendrán un crecimiento poblacional entre 2025 y 2050, mientras que el resto habrá visto interrumpido su aumento antes de 2044.
Destacan los casos de Corredores, Matina y Naranjo, que se unirán al declive poblacional simultáneamente con la media nacional. En conjunto, apenas un 25,6 % de los municipios logrará postergar su punto de inflexión de crecimiento más allá de esa fecha, y casi la mitad (48,8 %) habrán comenzado a reducir su población de manera anticipada.
El desplazamiento hacia los centros urbanos se refleja, además, en los indicadores de densidad: Tibás se mantiene como el cantón con mayor concentración de habitantes, con más de 10.300 personas por kilómetro cuadrado, mientras que Osa figura como el menos densamente poblado, con apenas 15 personas por kilómetro cuadrado habitable. Este contraste urbano-rural señala una creciente polarización territorial.
A la par de la contracción demográfica, el envejecimiento poblacional acentúa los retos locales. Montes de Oca lidera el índice de envejecimiento, con 121,5 personas de 65 años o más por cada 100 menores de 15 años en 2025, cifra que se cuadruplicará para 2050.