POR EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, partió en la mañana de este viernes rumbo a Anchorage, Alaska, donde se verá cara a cara con su homólogo ruso Vladímir Putin para dialogar sobre una tregua en Ucrania, reunión a la que llegará acompañado de gran parte del círculo más estrecho de su Gabinete.
"¡¡¡MUCHO ESTÁ EN JUEGO!!!", insistió el mandatario estadounidense en su red Truth Social poco antes de partir desde Washington hacia el estado norteño, escenario de la primera reunión entre líderes de ambos países desde el inicio del conflicto ruso-ucraniano en 2022.
Entre los altos funcionarios que acompañan a Trump se incluyen los secretarios de Estado, Marco Rubio; del Tesoro, Scott Bessent; de Comercio, Howard Lutnick, además del director de la CIA, John Ratcliffe y su jefa de Despacho, Susie Wiles.
También integran la delegación oficial estadounidense la secretaria de Prensa, Karoline Leavitt y el enviado especial presidencial, Steve Witkoff, encargado de negociar con Putin en Moscú en nombre de Trump.
Trump y Putin se reunirán en la tarde de hoy en la base militar Elmendorf-Richardson de la ciudad de Anchorage, en el territorio estadounidense de Alaska que fue parte de Rusia hasta 1867.
El enclave militar es uno de los puestos más importantes para vigilar y contrarrestar a Rusia en el Ártico.
El mandatario estadounidense ha rebajado las expectativas de este primer encuentro entre los dos líderes desde 2019, después de reconocer que obtener la paz en Ucrania "era algo más difícil de lo que pensaba", tras prometer antes de llegar a la Casa Blanca en enero que lo lograría en 24 horas.
Trump espera conseguir, al menos, un alto el fuego que abra la puerta a un acuerdo de paz en el que participe el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Canciller ruso Lavrov llega a Alaska con una sudadera con el lema de la Unión Soviética
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, apareció este viernes en Anchorage, Alaska, vistiendo una sudadera con las siglas en mayúscula CCCP, acrónimo ruso de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Lavrov forma parte de la avanzadilla que precede a su presidente de Rusia, Vladímir Putin, para la inédita cumbre que hoy celebrará con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para tratar principalmente sobre la guerra en Ucrania y otros asuntos bilaterales.
El canciller ruso, un peso pesado de la diplomacia rusa durante varias décadas, no hizo declaraciones al llegar, pero la sudadera blanca de estilo 'vintage' que asomaba bajo un chaleco azul fue inmediatamente interpretada como un mensaje de nostalgia de la era soviética, en la línea de lo que Putin ha declarado en numerosas ocasiones.
Esa silenciosa reivindicación soviética trae a la memoria un tiempo en que Estados Unidos y Rusia dominaban el mundo casi sin rivales en la Guerra Fría, que duró hasta el desmantelamiento de la Unión Soviética, en los años noventa del pasado siglo y la consiguiente pérdida de influencia de Rusia en la geopolítica mundial.