Por revistaeyn.com
Las mujeres emprendedoras son impulsoras fundamentales del crecimiento económico y la reducción de la pobreza en los países de ingreso mediano bajo. Son propietarias de casi la mitad de las empresas en América Latina y el Caribe (47 %), el 44 % en Asia Oriental y el Pacífico y el 30 % en África Subsahariana.
Sus emprendimientos contribuyen significativamente a la creación de empleo y al Producto Interno Bruto. Sin embargo, a pesar de su ambición y resiliencia, las mujeres emprendedoras enfrentan barreras sistémicas que obstaculizan el éxito de sus negocios y frenan el progreso económico.
Uno de los obstáculos más importantes es la exclusión digital. El acceso a herramientas y servicios digitales se ha convertido en un factor determinante para el éxito empresarial, pero las mujeres de los países de ingreso mediano bajo a menudo tienen poco acceso a Internet, carecen de conocimientos digitales, no pueden permitirse dispositivos móviles ni datos, y sufren violencia de género en línea.
Si los responsables políticos desean realmente aprovechar el potencial económico de las mujeres, deben cerrar esta brecha invirtiendo en reformas legales y políticas, fortaleciendo la infraestructura digital y garantizando la seguridad en línea de las emprendedoras.
Las conclusiones del último informe de la Fundación Cherie Blair para las Mujeres ¿Empoderadas o socavadas? Las mujeres emprendedoras y la economía digital destaca que si bien el 92 % de las mujeres emprendedoras de los países de ingreso mediano bajo encuestadas poseen un teléfono inteligente personal, el 45 % carece de acceso regular a Internet debido a los altos costos de los datos y a la poca fiabilidad de la conectividad.
Cuando las mujeres tienen acceso a herramientas digitales, sus negocios prosperan. El informe reveló que las mujeres emprendedoras con acceso regular a Internet tienen 2,5 veces más probabilidades de utilizar herramientas de inteligencia artificial, lo que puede mejorar la productividad y la eficiencia.
Las mujeres que venden a clientes masculinos tienen tres veces más probabilidades de recibir pagos digitales, lo que pone de relieve la demanda de transacciones financieras seguras y accesibles.
La brecha de género en el uso de Internet móvil sigue siendo una preocupación importante. Las mujeres de los países de ingreso mediano bajo tienen un 15 % menos de probabilidades que los hombres de utilizar Internet móvil, lo que restringe su acceso al comercio electrónico, los pagos digitales y las herramientas empresariales esenciales.
Las conclusiones del informe indican que la costosa y complicada normativa empresarial supone una barrera importante para casi una quinta parte de las mujeres emprendedoras en los países de ingreso mediano bajo, lo que les dificulta formalizar y hacer crecer sus negocios.
Otra tendencia es el acoso durante los trámites oficiales, como la solicitud de licencias o préstamos. Las mujeres emprendedoras son más propensas que los hombres a sufrir intimidación o discriminación en estos entornos, lo que las desalienta a participar en actividades económicas formales.
Cerrar la brecha de género en la inclusión digital y financiera no es solo un imperativo moral, sino una necesidad económica. Los estudios demuestran que aumentar el emprendimiento femenino puede conducir a un crecimiento sustancial del PIB. Según un análisis realizado en 2019 por la Fundación Cherie Blair para las Mujeres y Boston Consulting Group, si las mujeres tuvieran la misma participación que los hombres en el emprendimiento, el PIB mundial podría aumentar hasta en US$5 billones, aproximadamente el tamaño de la economía japonesa.