Por Estrategia & Negocios
El envejecimiento es un proceso inevitable, pero la manera en que lo afrontamos define nuestra calidad de vida y productividad en el largo plazo. En el libro Outlive: The Science and Art of Longevity, el Dr. Peter Attia, donde actúa como coautor Bill Gifford, destaca que la clave para vivir más y mejor radica en las decisiones que tomamos desde edades tempranas. No se trata de reaccionar a los efectos del paso del tiempo cuando estos ya son evidentes, sino de prevenir y fortalecer nuestra salud desde los 20, 30 y 40 años.
“La salud es riqueza (health is wealth). Tu salud es esencialmente tu más importante activo. Irónicamente es algo que el dinero no puede comprar directamente. Si pierdes tu salud, con todo el dinero que tengas no importa”, agregó en una entrevista con E&N, el también periodista Bill Gifford, de manera exclusiva, previo a su participación en el Forum McKinsey, desarrollado en Guatemala.
El co-autor reconocido internacionalmente por su trabajo en salud, longevidad y performance, afirma que la salud es un pilar fundamental no solo a nivel individual, sino también en el ámbito empresarial. Resalta que un talento saludable es más productivo, innovador y comprometido, lo que se traduce en un impacto directo en los resultados financieros de cualquier compañía.
Es por esto que empresas visionarias han comenzado a priorizar el bienestar de sus colaboradores, reconociendo que la salud es, en efecto, una forma de riqueza (health is wealth), apunta.
EL PAPEL DEL EJERCICIO Y LA PREVENCIÓN EN EL ENVEJECIMIENTO
“No hay nada más beneficioso para su cuerpo que el ejercicio”, indica Gifford y esto nace de unos de los hallazgos más contundentes en la investigación sobre longevidad. La clave es la constancia y la integración de hábitos saludables desde etapas tempranas.
Estudios han demostrado que con tan solo 20 a 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar o hacer ciclismo, se pueden reducir significativamente los riesgos de enfermedades crónicas como el cáncer y las afecciones cardiovasculares.
“No tienes que hacer pesas. Solo debes empujar o sentarte y hacer tu rutina. Eso te ayuda a sobrevivir en una edad mayor porque ahora que tienes masa muscular y eres más funcional”, sentenció.
Pero la salud no se limita a lo físico. La estabilidad emocional y mental es igualmente crucial. La pandemia de COVID-19 dejó en evidencia el impacto del aislamiento en la salud mental de las personas, acentuando los niveles de ansiedad y depresión a nivel global. En este sentido, agrega, encontrar un propósito, fomentar relaciones personales y mantener un equilibrio emocional son aspectos esenciales para una vida plena y longeva.
SALUD Y NEGOCIOS: UNA INVERSIÓN ESTRATÉGICA
Este tema no debe ser un excluido de las estrategias de negocios. Las empresas que invierten en la salud de sus empleados no solo mejoran su bienestar, sino que también optimizan su rendimiento , según Bill Gifford.
Modelos como el de la empresa Trek, que brinda acceso a atención médica básica, salud mental y medicamentos asequibles a sus empleados, han demostrado ser efectivos para reducir el ausentismo y aumentar la productividad. Esto plantea una oportunidad para que más empresas en Centroamérica y el mundo adopten estrategias similares y conviertan el bienestar en una ventaja competitiva.
El desafío está en cambiar la mentalidad de corto plazo y entender que la salud es una inversión, no un gasto. La longevidad productiva comienza hoy, con decisiones informadas y estrategias que beneficien tanto a las personas como a las organizaciones. Porque en el mundo de los negocios, como en la vida, quienes priorizan la salud tienen mayores posibilidades de éxito a largo plazo.
¿CUÁL ES EL ABC DE UNA PRODUCTIVA LARGA VIDA?
Para concluir, Gifford plantea que, primero, uno mismo debe enfocarse en ser más saludable. “Si ya estás en buen estado físico, enfócate en cómo está tu salud mental, tu salud emocional”.
¿Cómo lograrlo? Hay todo tipo de investigaciones en cómo hacer cambios simples tienen un gran impacto en la salud de las personas. Hay un estudio de España con gente con riesgo de un ataque cardíaco, les dieron una botella de aceite de oliva cada semana. Sólo una botella. Su corazón o su enfermedad cardíacas, su riesgo de ataque al corazón, riesgo de muerte cayó 30 %.
¿Cómo hacer el tiempo? Toma parte del tiempo que pasas con tu teléfono y ve a caminar. “El tema es comenzar y convertirlo en hábito. Si tratas de hacerlo todo a la vez, hemos hablado y el resultado es que no lo puedes hacer todo. No es sostenible. Debes verte hacia dentro, ¿dónde comienzo? ¿Qué puedo hacer? ¡Qué debo seguir haciendo? y comenzar desde ahí “.
“Son las pequeñas cosas que hacer un hábito y luego se construye sobre eso”, puntualizó
