Por revistaeyn.com
Hay pocas historias de éxito masivo que no hayan comenzado con algún tipo de fracaso. El fundador de Amazon, Jeff Bezos, ahora el segundo hombre más rico del mundo, tuvo múltiples intentos fallidos de construir una plataforma para que los vendedores externos enumeraran sus productos antes de fundar el gigante del comercio electrónico.
El fracaso como catalizador del éxito está bien documentado. Pero por qué fracasar puede conducir a mejores resultados futuros generalmente se malinterpreta, dice Amy Edmondson, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard y autora de “Right Kind of Wrong: The Science of Failing Well”.
“Hay un concepto erróneo muy importante sobre el fracaso, que es que el fracaso y el error son la misma cosa”, agrega.
Un fracaso, señala, es cuando se usan adecuadamente los conocimientos y recursos para lograr un objetivo, pero simplemente no funciona. Un error, por otro lado, es cuando se desvía de un proceso que ha demostrado conducir al éxito.
FRACASO PRODUCTIVO
Si está horneando un pastel y accidentalmente deja los huevos, eso es un error. Si está creando una receta completamente nueva y no sabe como esperaba, eso es un “fracaso productivo” porque probablemente le enseñó algo sobre cómo mejorar el pastel en su próximo intento.
“Se habla mucho sobre cómo debemos celebrar los errores”, dice Edmondson. “Deberíamos celebrar los fracasos productivos”.
Si está buscando un nuevo pasatiempo o cambiando a un rol diferente en el trabajo, debe saber que es probable que el fracaso esté por venir. Y eso está bien, dice Edmondson, siempre y cuando haya aprendido algo del proceso.
Un fracaso productivo cumple con cuatro criterios, dice Edmondson.
Tiene lugar en un nuevo territorio: Te está sumergiendo en un proyecto o un campo en el que no tiene experiencia previa. “Si decido escribir un nuevo libro que aún no existe, es un territorio nuevo, por definición, y habrá fracasos”, dice Edmondson.
Trabajando hacia un objetivo: Tiene claro lo que quiere lograr. Esto puede ayudar a actuar con intención y hacer un seguimiento de su progreso.
Respaldado por la investigación: El hecho de que algo sea nuevo para no significa que tenga que entrar en ello a ciegas. Haga un poco de tarea sobre dónde debería comenzar alguien de su nivel de habilidad.
No más grande de lo necesario: No agote sus recursos en un proyecto que está aprendiendo a abordar. “Digamos que tienes un producto completamente nuevo”, dice Edmonson. “No sabemos si funcionará o si a los clientes les gustará. Lo que no se hace es anunciar a todo el mundo: ‘Tenemos este nuevo producto’ y lanzarlo a gran escala”. En su lugar, da pequeños pasos hacia tu objetivo para que puedas corregir el rumbo según sea necesario.
Con información de CNBC