Por Gabriela Origlia - Revista Estrategia & Negocios
Paco Muro, presidentede Otto Walter International, señala que la transformación digital y social que se vive es “sólo el principio de algo”. En lo que hace a los consumidores, el futuro-igual que en el caso de las empresas- ya está dejando verse; hay señales de lo que viene, de lo que puede consolidarse.
La consultora y docente de las universidadesde Torino y Venecia (Italia), Patrizia Martello, indica que cada vez más se habla de personas, de ciudadanos más atentos, más interesados en lo que compran, en cómo se hace, en qué efectos tiene su producción.Usa el concepto de “consumatore” para referirse a estos nuevos clientes que piden información.
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Sobre ese punto en particular, subraya que ya “poner en marcha una lavadora implica casi un curso”, por lo que también hay que trabajar para que los datos que se entregan sean claros, de fácil interpretación y no “creadores de confusión”.
La “conexión” ayuda a que el público sea -y más en el futuro- selectivo, más demandante de transparencia y también buscador de que los valores que tiene sean compartidos por las marcas que elige. La sustentabilidad -señala Andrés Pallaro-no será solo una característica de las compañías resultado de su “vocación” sino que se convertirá en un “certificado de acceso almercado”.
El director del Observatorio de Futuro de la Universidad Siglo 21 está persuadido de que las empresas lograrán cada vez más ventajas competitivas basadas en el modelo que elijan para hacer las cosas. En el sector de la alimentación -que cuenta con una alta tasa de investigación y de innovación-Martello ve un emergente de las exigencias de los compradores y también de las restricciones que los propios cambios delplaneta imponen.
Por ejemplo, entiende que se multiplicará la producción urbana vertical. “La mitad de la población vive en ciudades; hay una proyección diferente del espacio, hay que incorporar el contexto urbano a la producción” -describe.
DESDE COMER SANO HASTA MOVILIDAD SUSTENTABLE
Pero, a esa innovación, se le suma una vuelta al pasado con el redescubrimiento de métodos antiguos, de materias primas locales que se habían dejado de usar. La gente está abierta, es más curiosa, está dispuesta a experimentar y cada vez esas cualidades se acentuarán más”.
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En ese contexto -en el que coincide Pallaro-se abren muchas posibilidades para las startups, para los emprendedores dispuestos a dimensionar los reclamos y a prepararse para dar respuesta a las necesidades futuras. En la industria de la alimentación, grafica Martello, hay que unir la tecnología, que da un enorme potencial, con el interés de comer sano y de una manera que sea justa. Los “pasaportes digitales” o QR que ya instrumentan algunas marcas son una muestra de esa alianza, amplía.
El diálogo público-privado es otro capítulo que resalta la consultora; sin ese aporte no habrá soluciones para aspectos como el de la movilidad sustentable, que no se agota en un auto eléctrico o híbrido, sino que requiere de infraestructura y de medidas que colaboren para que los precios bajen y sean “accesibles”, advierte.
El “diálogo” es un factor que atraviesa todos los segmentos abordados por las fuentes consultadas por E&N de cara a las empresas del futuro.
En conclusión, la unidireccionalidad no pareciera ir de la mano con el futuro.
EMPRESAS DEL FUTURO LO QUE VIENE
“Ciudadanos más atentos, más interesados en lo que compran, en cómo se hace, en qué efectos tiene su producción”. Patrizia Martello, docente de las universidades de Torino y Venecia.
“La conciliación, inclusión, diversidado flexibilidad serán tan normales que ni se hablará de ellas”, Paco Muro, presidente de Otto Walter International.
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“La interacción es todo; hay que buscar crear valor común en condiciones de cambio permanente”, Andrés Pallaro, Observatorio del Futuro de la Universidad Siglo 21 de Argentina.
Sobre ese punto en particular, subraya que ya “poner en marcha una lavadora implica casi un curso”, por lo que también hay que trabajar para que los datos que se entregan sean claros, de fácil interpretación y no “creadores de confusión”.
La “conexión” ayuda a que el público sea -y más en el futuro- selectivo, más demandante de transparencia y también buscador de que los valores que tiene sean compartidos por las marcas que elige. La sustentabilidad -señala Andrés Pallaro-no será solo una característica de las compañías resultado de su “vocación” sino que se convertirá en un “certificado de acceso almercado”.
El director del Observatorio de Futuro de la Universidad Siglo 21 está persuadido de que las empresas lograrán cada vez más ventajas competitivas basadas en el modelo que elijan para hacer las cosas. En el sector de la alimentación -que cuenta con una alta tasa de investigación y de innovación-Martello ve un emergente de las exigencias de los compradores y también de las restricciones que los propios cambios delplaneta imponen.
Por ejemplo, entiende que se multiplicará la producción urbana vertical. “La mitad de la población vive en ciudades; hay una proyección diferente del espacio, hay que incorporar el contexto urbano a la producción” -describe.
DESDE COMER SANO HASTA MOVILIDAD SUSTENTABLE
Pero, a esa innovación, se le suma una vuelta al pasado con el redescubrimiento de métodos antiguos, de materias primas locales que se habían dejado de usar. La gente está abierta, es más curiosa, está dispuesta a experimentar y cada vez esas cualidades se acentuarán más”.
En ese contexto -en el que coincide Pallaro-se abren muchas posibilidades para las startups, para los emprendedores dispuestos a dimensionar los reclamos y a prepararse para dar respuesta a las necesidades futuras. En la industria de la alimentación, grafica Martello, hay que unir la tecnología, que da un enorme potencial, con el interés de comer sano y de una manera que sea justa. Los “pasaportes digitales” o QR que ya instrumentan algunas marcas son una muestra de esa alianza, amplía.
El diálogo público-privado es otro capítulo que resalta la consultora; sin ese aporte no habrá soluciones para aspectos como el de la movilidad sustentable, que no se agota en un auto eléctrico o híbrido, sino que requiere de infraestructura y de medidas que colaboren para que los precios bajen y sean “accesibles”, advierte.
El “diálogo” es un factor que atraviesa todos los segmentos abordados por las fuentes consultadas por E&N de cara a las empresas del futuro.
En conclusión, la unidireccionalidad no pareciera ir de la mano con el futuro.
EMPRESAS DEL FUTURO LO QUE VIENE
“Ciudadanos más atentos, más interesados en lo que compran, en cómo se hace, en qué efectos tiene su producción”. Patrizia Martello, docente de las universidades de Torino y Venecia.
“La conciliación, inclusión, diversidado flexibilidad serán tan normales que ni se hablará de ellas”, Paco Muro, presidente de Otto Walter International.
“La interacción es todo; hay que buscar crear valor común en condiciones de cambio permanente”, Andrés Pallaro, Observatorio del Futuro de la Universidad Siglo 21 de Argentina.
