Tras unas primeras medidas de flexibilización en las políticas de restricciones contra la pandemia desde el Gobierno de Costa Rica, llega la hora de ver si, poco a poco, se va a ir reactivando la economía costarricense.
El sector productivo nacional afronta así una prueba de fuego.
El comercio ha sido uno de los sectores más golpeados. Con las nuevas medidas gubernamentales, gimnasios, piscinas, cines, teatros, barberías, salones de belleza, venta de repuestos podrán abrir con fuertes restricciones.
La Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) apunta que ve con buenos ojos la decisión gubernamental de ir reactivando la economía de manera gradual, a la vez que ha instado a las autoridades a establecer un balance entre las medidas sanitarias, de reactivación económica y generación de empleo.
Esta ‘apertura de mano’ será una prueba de quince días, si el rebote de la curva es positivo, el Gobierno podría permitir la apertura de más actividades; mientras que si es negativo se restringirán de nuevo las hoy aprobadas.
Comercio
"La venta al menudeo de artículos no comestibles ni de primera necesidad, han sido sin duda los productos más afectados tras esta situación, por ejemplo, electrodomésticos y prendas de vestir. También el sector de restaurantes y el sector turismo han sido de los más golpeados por esta crisis donde las ventas han decrecido entre un 50% y un 80% tras el cierre total de bares y parcial de restaurantes", explica Alonso Elizondo, director ejecutivo de la CCCR.Cifras de la CCCR muestran que el 80% de las empresas han experimentado una disminución en sus ventas; el 46% afirma que estas pérdidas superan el 50% de sus ventas; y que el 30% de las empresas enfrentan pérdidas superiores al 75% de sus ventas anteriores.
La encuesta de medición continua que realiza esta cámara arrojó algunas cifras significativas en torno al panorama de vislumbran los comerciantes: el 11 % expresó a finales de marzo que se planteaban el cierre definitivo si la situación continuaba de la manera en que se encontraba en ese momento. "No obstante, en las últimas semanas se han presentado diferentes medidas económicas y políticas a nivel nacional, sumado a un esfuerzo en conjunto del sector, que pudieron variar esta realidad. Esta semana estaremos realizando un segundo estudio para cuantificar nuevamente el impacto en las empresas y las expectativas que tienen los empresarios para las próximas semanas", comenta Elizondo.
El empleo se ha contraído. En la CCCR se estima para los próximos meses una tasa de desempleo de al menos 20%. Esta cámara apunta que al menos un 5 % de sus asociados se han acogido a la suspensión temporal de empleo planteada por el Gobierno.
Industria
Por su parte, un sondeo realizado en marzo por la Cámara de Industria de Costa Rica (CICR), determinó que un 27% de las empresas asociadas a la misma se han acogido a la reducción de jornadas, mientras que un 5% realizó suspensión de contratos o envió a sus trabajadores de vacaciones. El mismo sondeo mostraba que el 13% de las empresas han realizado despidos como consecuencia de la pandemia. "La gran mayoría, hasta ese momento, no había tomado acciones con su personal. Sin embargo, en el corto plazo, el 18% planeaba despedir trabajadores", asevera Carlos Montenegro, director ejecutivo de la CICR.A inicios de marzo, la CICR entregó a diferentes autoridades del Gobierno un grupo de propuestas para mitigar el impacto económico en el sector empresarial, lograr la continuidad en la operación y apoyar las medidas que eviten el contagio. "A la fecha, se han adoptado más del 80% de esas propuestas", dice Montenegro.
En todo caso, en la industria manufacturera no se ha dado una afectación generalizada como en el sector turismo, si bien, asegura el director ejecutivo de la CICR que "tenemos reportes de que muchas empresas han empezado a experimentar reducciones en sus niveles de venta, con lo que se afectaría la producción, el empleo y además se postergarían inversiones".
En este caso, las más afectadas serían aquellas empresas de la industria alimenticia, textiles, muebles y artículos de madera, así como de otros productos cuyos clientes principales se ubican en el sector turismo, o son clientes cuyos establecimientos están ubicados en centros comerciales.
Por contra, algunos sectores han visto crecer su demanda sonla industria farmacéutica y de productos de higiene, y con ellas también se han visto beneficiadas, empresas de la cadena de valor como los fabricantes de insumos y de material de empaque (envases plásticos, de cartón…).
Exportadores
Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) apunta que, desde marzo, en el sector exportador "comenzamos a notar que la pandemia de coronavirus afectaba directamente el comercio exterior costarricense. Países como España, Francia e Italia - países con quienes tenemos una relación comercial importante - bajaron la dinámica de consumo, lo que impactó en una disminución de pedidos para el sector. Igual comportamiento se comenzó a ver en nuestra relación con Estados Unidos". Plantas, flores y follajes; raíces y tubérculo; o la piña, han sufrido las caídas más significativas. En lo que se refiere a la dinámica de negocios, los exportadores costarricenses han informado caídas de sus facturas de hasta un 20%.Pero Bonilla se muestra positiva, y trata de ver el vaso medio lleno: "La pandemia del COVID19 ha obligado a que se busquen nuevos mecanismos para reorganizar el clima de negocios y que Costa Rica continúe vigente como proveedor mundial de alimentos frescos, por citar un ejemplo. Esto hace que aún en la incertidumbre, se tenga la expectativa de que la recuperación, aunque sea paulatina, permita un crecimiento en las exportaciones, principalmente de productos frescos y alimentos".
En todo caso, un 46 % de las empresas afiliadas a Cadexco mostraron su intención de reducir personal, en los próximos tres meses; y el 48% de las empresas sus afiliados está aplicando la reducción de la jornada laboral.
"Para la agenda del mediano y largo plazo hay una demanda importante de inteligencia de mercados, de implementación de nuevas estrategias de comercialización, de apoyos financieros en condiciones favorables, de flexibilización de medidas laborales y fiscales ya no solo para mitigar el corto plazo de la crisis, sino también para adecuarse a la nueva realidad de un entorno de restablecimiento de la ‘normalidad’, y de nuevos comportamientos de los mercados, incide Bonilla.
Zonas Francas
En lo que se refiere a las Zonas Francas, la emergencia sanitaria ha impactado en diferentes formas a los sectores principales de este régimen.Según el presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras), Carlos Wong, "a las empresas de servicios, les ha impactado al tener que reconvertir partes significativas de su operación a teletrabajo. A las empresas de manufactura, a innovar en el acomodo de sus procesos productivos y en los medios de movilidad de su personal, así como en la logística y las cadenas globales de valor en las que participan. A la estrategia de inversión en ciudades emergentes, en una ralentización del mercado, lo cual hace que los resultados de llevar inversión fuera del Gran área Metropolitana sean más lentos. Si lo vemos en acceso a mercados y a las cadenas globales de valor, el sector ha venido enfrentando la caída de la demanda internacional y los problemas de abastecimiento de materias primas".
Dentro de las empresas establecidas en Costa Rica, los rubros más afectados han estado aquellos procesos que dependen de la demanda directa de mercados de consumo, mientras que las menos afectadas son las que brindan servicios de comercio digital como el caso de Amazon, y las empresas de implementos médicos relacionados con las áreas cardiovasculares y respiratorias.
En lo referente al empleo, no ha habido afecciones en Zonas Francas. Wong apunta que muchos de los países que cuentan con filiales de las empresas de zona franca de servicios presentes en Costa Rica, se han visto duramente afectados por la pandemia; por lo que "parte de sus operaciones se han trasladado a nuestro país para darles continuidad, lo que ha significado una oportunidad para Costa Rica, así como la necesidad imperiosa de reforzar los equipos humanos de trabajo locales para atender las operaciones que se han visto imposibilitadas de atenderse desde otros países".
Turismo
El turismo ha sido especialmente castigado. Según cifras del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLADCS) Incae, este rubro representa el 6,1 % del Producto Interno Bruto de manera directa, y el 8,2 % del PIB de forma indirecta. La revisión del Programa Macroeconómico del Banco Central de Costa Rica apunta a una contracción del 27,6 % de la actividad de hoteles y restaurantes en 2020.Costa Rica cerró sus fronteras, el 18 de marzo, y la cifra de turistas internacionales en marzo cayó un -51,4 %, tras los fuertes crecimientos de enero (+5,2 %) y febrero (+10,4 %)
Jaime García, investigador sénior del CLADCS no se muestra optimista en torno a una pronta recuperación del sector, puesto que el grueso de turistas que llegan al país son de Estados Unidos y Europa, específicamente de los países más afectados: Italia, España, Francia, o Reino Unido. "Es una industria que va a tardar en reactivarse, que va más allá de lo que podamos hacer a lo interno y que va a tener su impacto en empleo, y en crecimiento económico", dice García.
A nivel mundial, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTC, por sus siglas en inglés) estima que el sector podría perder, a nivel mundial, US$2,7 billones (millones de millones) y que hay en riesgo unos 100 millones de empleos.
A 10 de abril, 267 empresas del sector turismo de Costa Rica se habían acogido a la figura reducción de jornada, para un total 6.826 trabajadores; y 569 a suspensión de contratos: 10.345 trabajadores.