El estudio evalúa el capital humano emprendedor y sus determinantes, factores que afectan el espacio de oportunidades y que promueven o inhiben el desarrollo de emprendimientos dinámicos.
Este tipo de emprendimientos se refieren a aquellas nuevas iniciativas que cuentan con potencial y las perspectivas de convertirse luego de los primeros años de vida, en nuevas Pymes competitivas y seguir creciendo. Se apoyan en propuestas de valor basadas en la diferenciación, la innovación y/o en oportunidades de negocios orientadas a capitalizar tendencias económicas, dinámicas y escalables.
Según el informe, Costa Rica se ubica en la posición cinco, por encima de países como Uruguay, Ecuador, Panamá y República Dominicana.
En cuanto al entorno regulatorio, sólo Costa Rica, Brasil y República Dominicana muestran avances en materia de regulaciones; además de avances en materia de normas para crear empresas y requerimientos tributarios sobre los
emprendimientos.
Por otro lado, en 11 países disminuyó la percepción de que las políticas de emprendimiento son prioritarias dentro de las agendas de los gobiernos. En Costa Rica, El Salvador, Chile y Ecuador el incremento en el apoyo del ecosistema al emprendimiento hace que el balance final sea positivo.
Los datos de este estudio expresan que la naturaleza sistémica del fenómeno emprendedor, invita a repensar la orientación y escala de los esfuerzos que se vienen realizando a modo de conseguir resultados transformadores y sostenibles a largo plazo.
Se requieren esfuerzos en capital humano emprendedor, mejorar el nivel tecnológico de la industria y avanzar en el número de investigadores y en el gasto de investigación y desarrollo, tanto público como privado.
