La aplicación del acuerdo nuclear internacional con Irán marca un importante avance en el cauteloso acercamiento entre Washington y Teherán, pero implica un aumento de las tensiones con Arabia Saudita. Más allá de las guerras en Siria y Yemen, donde las fuerzas respaldadas por Riad luchan contra las fuerzas respaldadas por Teherán, una paz regional abarcadora sólo podría darse cuando ambos (Irán y Arabia Saudita) construyan una relación de confianza. Y, más allá de las ambiciones de Washington, las potencias regionales rivales están muy lejos de eso. De hecho, el compromiso de Estados Unidos e Irán en el marco del acuerdo nuclear solo ha servido para poner a Arabia Saudita muy ansiosa. En Año Nuevo, Riad ejecutó a un clérigo chiita por sedición, levantando protestas en Irán que llevaron al saqueo de la embajada saudita y a la ruptura de las relaciones diplomáticas.
(Fuente: AFP)