Estados Unidos pidió en la ONU más sanciones económicas y diplomáticas contra Corea del Norte con el fin de aumentar la presión sobre el país asiático para que abandone sus programas nucleares y de misiles.
‘Dada la creciente amenaza, ha llegado el momento de que todos pongamos nueva presión sobre Corea del Norte', dijo el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, en un discurso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tillerson abogó, entre otras cosas, por que todos los países suspendan o reduzcan sus relaciones diplomáticas con Corea del Norte y por aumentar su ‘aislamiento financiero' con nuevas sanciones, incluidas más restricciones comerciales.
En ese sentido, recordó la especial responsabilidad que tiene China, que representa un 90 por ciento del comercio norcoreano, y confió en que Pekín emprenda nuevas acciones.
Entre otras cosas, pidió a la comunidad internacional que se suspenda el flujo de trabajadores norcoreanos al exterior y se prohíban al país ciertas importaciones, especialmente de carbón.
Además, advirtió de que EE.UU. está dispuesto a sancionar a entidades e individuos de terceros países que apoyen las ‘actividades ilegales' de Corea del Norte.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que su país ‘preferiría una solución negociada a este problema', pero dejó claro que está dispuesto al uso de la fuerza si es necesario.
‘Todas las opciones para responder a futuras provocaciones deben estar sobre la mesa', dijo Tillerson, que insistió en que EE.UU. está preparado para defenderse a sí mismo y a sus aliados.
El secretario de Estado destacó que la ‘amenaza de un ataque nuclear sobre Seúl o Tokio es real' y consideró que sólo es cuestión de tiempo que Corea del Norte desarrolle las capacidades necesarias para alcanzar el territorio estadounidense.
‘No actuar ahora en el asunto de seguridad más acuciante del mundo puede tener consecuencias catastróficas', subrayó.
En su discurso, Tillerson subrayó que es momento de que la comunidad internacional ‘recupere el control' en su relación con Corea del Norte y apueste por ‘una nueva estrategia para desnuclearizar' el país.
‘Durante los últimos 20 años, los esfuerzos bienintencionados (...) han fracasado', dijo Tillerson, recalcando que el tiempo de la ‘paciencia estratégica se ha acabado' y que esperar supone aumentar el riesgo.
Por ello, urgió al Consejo de Seguridad a actuar ‘antes de que Corea del Norte lo haga', imponiendo una mayor presión para forzar al régimen a abandonar sus programas armamentísticos.
Corea del Norte efectuó un lanzamiento fallido de un misil balístico este sábado, en un momento en que Washington acentúa su presión para hacer frente a una amenaza que considera que podría tener 'consecuencias catastróficas'.

'Corea del Norte disparó un misil no identificado' desde un sitio situado cerca de Buckchang, en Pyeongannam-do, al norte de Pyongyang, anunció el ministerio de Defensa de Corea del Sur.
Según un comunicado del ministerio de Defensa, el proyectil alcanzó los 71 kilómetros.
El Comando del Pacífico del ejército de Estados Unidos (PACOM) indicó que el misil nunca abandonó el territorio de Corea del Norte.
Pyongyang se comprometió en 2003 a participar en negociaciones con Corea del Sur, Japón, Rusia, Estados Unidos y China, pero estas conversaciones fracasaron en 2009 y el gobierno de Barack Obama no dejó de emitir sanciones y guiños para relanzar las charlas durante los siguientes ocho años.
Minetras, Japón presentó una 'protesta seria' tras el lanzamiento, dijo a los periodistas Yoshihide Suga, el portavoz del gobierno japonés, tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional.