Por Agencia EFE
En Washington, con la guerra en Ucrania como telón de fondo, las conversaciones sobre un eventual acuerdo de paz viven un momento decisivo. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, subrayó que la paz debe ser duradera y no un pacto que Moscú utilice como trampolín para una nueva ofensiva, recordando la pérdida de Crimea y partes del Donbás en 2014.
Zelenski rechazó repetir el escenario de 1994, cuando Ucrania entregó su arsenal nuclear a cambio de garantías de seguridad que, a su juicio, no funcionaron. «Crimea no debería haberse cedido entonces», afirmó, y sostuvo que, pese a la invasión, los ucranianos no han renunciado a Kiev, Odesa ni Járkov.
Tras su llegada a la Casa Blanca, el mandatario ucraniano expresó agradecimiento por el respaldo estadounidense y por la ayuda de socios y aliados. Destacó avances militares en regiones como Donetsk y Sumy y confió en que la cooperación con Estados Unidos y Europa empuje a Rusia hacia una paz.
El Gobierno británico dejó claro que Zelenski no debe sentirse obligado a aceptar condiciones que menoscaben la soberanía ucraniana.
El ministro Stephen Kinnock afirmó en Radio Times que cualquier cesión territorial debe contar con la aprobación del Gobierno ucraniano y señaló que impedir la entrada de Ucrania en la OTAN no debería formar parte de un arreglo. Kinnock defendió el compromiso europeo de respaldar un acuerdo justo y apoyado por garantías de seguridad sólidas.
Mientras tanto, Pekín valoró positivamente el acercamiento entre Washington y Moscú. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, expresó el apoyo de China a iniciativas que favorezcan una resolución pacífica y celebró el encuentro entre los presidentes ruso y estadounidense.
En el terreno, las tensiones permanecen. El Ministerio de Defensa ruso informó del derribo de 23 drones ucranianos sobre varias regiones y Crimea; autoridades regionales rusas señalaron además el lanzamiento de decenas de aparatos hacia zonas fronterizas como Bélgorod, donde se registraron heridos.
La violencia convive con tragedias internas en Rusia: una explosión en una fábrica de munición en la región de Riazán dejó, según autoridades locales, veinte fallecidos y 134 heridos.
Las reuniones en Washington, llamadas a analizar las demandas territoriales rusas y las garantías de seguridad para Kiev, contarán con la presencia de líderes europeos y representantes de instituciones clave, en un intento por forjar una vía negociada sin sacrificar la soberanía ucraniana. Trump dijo que la guerra podría terminar si Ucrania renunciara a Crimea.
Con información de DW