Por AFP/El Economista (España)
El coste de la pensiones en Estados Unidos superará su financiación el año próximo y las reservas de fondos públicos se agotarán en 2035, indicó el lunes el consejo que administra estos recursos.
Esta será la primera vez desde 1982 que, debido al envejecimiento de la población, los fondos para financiar las jubilaciones públicas (Seguridad Social) en 2020 no serán suficientes, por lo que habrá que recurrir a las reservas.
De continuar esta progresión, el sistema de pensiones públicas, al que actualmente se destina el equivalente al 4,9 % de PIB estadounidense, será inviable en un plazo de 16 años, un año más tarde de lo previsto en 2018.
Esta leve mejora en el tiempo es reflejo de la economía, el mercado laboral y la cobertura médica implementada por el sistema Obamacare, dijo durante la presentación anual del sistema de pensiones públicas Stephen Goss, uno de sus administradores.
En los seguros de salud (Medicare para personas mayores y Medicaid para los más pobres) la situación no ha mejorado: los funcionarios pronostican que los recursos se agotarán en siete años, en 2026, como ya previeron el año pasado.
El coste del seguro de salud de Medicare pasará del 3,7% del PIB en 2018 al 5,9% en 2038. 'Las proyecciones indican que Medicare enfrentará un déficit sustancial que deberá resolverse mediante una reforma', señalaron los administradores
A final de siglo, desaparecieron las familias americanas que vivían con un solo sueldo, por la caída de los salarios y aumento del coste de la vida. Y ahora en el comienzo del siglo XXI el paradigma está cambiando para la parte de la población más mayor. En 35 años, los trabajadores mayores de 65 años que buscan empleo o lo tienen se han duplicado, al pasar la tasa de actividad del 10% al 20%.
EE.UU. cuenta con un sistema de pensiones público al que se tiene acceso a partir de los 62 años, pero aunque el trabajador apure hasta los 67 años, edad para cobrar el máximo de pensión, solo cubre una parte mínima de las necesidades económicas para mantener el nivel de vida.
Teresa Ghilarducci, profesora de economía de la New School for Social Research, estima que el retiro público solo reemplaza entre el 40 y el 50% de los ingresos previos a la jubilación. La norma básica en EEUU dicta que los jubilados deben mantener el 80% de los ingresos para no empobrecerse.
El trabajador medio, que gana menos de US$40.000 al año, no consigue ahorrar para la jubilación, según el estudio de Ghilarducci para United Income. Para los empleados con un sueldo medio entre US$40.000 anuales y US$115.000, logran ahorrar US$60.000 dólares, insuficiente para alcanzar el 80% de los ingresos de cuando se está trabajando. Incluso, los trabajadores que se sitúan en el percentil más alto de salarios, por encima de 105.000 dólares, no llegan a la capacidad de ahorro óptimo. Solo alcanzan los US$200.000, aunque según detalla el estudio no suelen contabilizarse inversiones en activos inmobiliarios.
Este cambio estructural no está golpeando a los estratos más bajos, sino a las clases medias. El mayor aumento en el empleo de personas de mayores de 65 años ha sido para los que tienen educación universitaria, que suelen tener mejores salarios; la proporción de todos los empleados de 65 años o más con al menos un título universitario es ahora del 53%, en comparación con el 25% en 1985.
El coste de la pensiones en Estados Unidos superará su financiación el año próximo y las reservas de fondos públicos se agotarán en 2035, indicó el lunes el consejo que administra estos recursos.
Esta será la primera vez desde 1982 que, debido al envejecimiento de la población, los fondos para financiar las jubilaciones públicas (Seguridad Social) en 2020 no serán suficientes, por lo que habrá que recurrir a las reservas.
De continuar esta progresión, el sistema de pensiones públicas, al que actualmente se destina el equivalente al 4,9 % de PIB estadounidense, será inviable en un plazo de 16 años, un año más tarde de lo previsto en 2018.
Esta leve mejora en el tiempo es reflejo de la economía, el mercado laboral y la cobertura médica implementada por el sistema Obamacare, dijo durante la presentación anual del sistema de pensiones públicas Stephen Goss, uno de sus administradores.
En los seguros de salud (Medicare para personas mayores y Medicaid para los más pobres) la situación no ha mejorado: los funcionarios pronostican que los recursos se agotarán en siete años, en 2026, como ya previeron el año pasado.
El coste del seguro de salud de Medicare pasará del 3,7% del PIB en 2018 al 5,9% en 2038. 'Las proyecciones indican que Medicare enfrentará un déficit sustancial que deberá resolverse mediante una reforma', señalaron los administradores
Población activa cada vez mayor
Por primera vez en 57 años, la población activa mayor de 65 años supera el 20%, según un informe de la gestora de planes privados de pensiones United Income.A final de siglo, desaparecieron las familias americanas que vivían con un solo sueldo, por la caída de los salarios y aumento del coste de la vida. Y ahora en el comienzo del siglo XXI el paradigma está cambiando para la parte de la población más mayor. En 35 años, los trabajadores mayores de 65 años que buscan empleo o lo tienen se han duplicado, al pasar la tasa de actividad del 10% al 20%.
EE.UU. cuenta con un sistema de pensiones público al que se tiene acceso a partir de los 62 años, pero aunque el trabajador apure hasta los 67 años, edad para cobrar el máximo de pensión, solo cubre una parte mínima de las necesidades económicas para mantener el nivel de vida.
Teresa Ghilarducci, profesora de economía de la New School for Social Research, estima que el retiro público solo reemplaza entre el 40 y el 50% de los ingresos previos a la jubilación. La norma básica en EEUU dicta que los jubilados deben mantener el 80% de los ingresos para no empobrecerse.
El trabajador medio, que gana menos de US$40.000 al año, no consigue ahorrar para la jubilación, según el estudio de Ghilarducci para United Income. Para los empleados con un sueldo medio entre US$40.000 anuales y US$115.000, logran ahorrar US$60.000 dólares, insuficiente para alcanzar el 80% de los ingresos de cuando se está trabajando. Incluso, los trabajadores que se sitúan en el percentil más alto de salarios, por encima de 105.000 dólares, no llegan a la capacidad de ahorro óptimo. Solo alcanzan los US$200.000, aunque según detalla el estudio no suelen contabilizarse inversiones en activos inmobiliarios.
Este cambio estructural no está golpeando a los estratos más bajos, sino a las clases medias. El mayor aumento en el empleo de personas de mayores de 65 años ha sido para los que tienen educación universitaria, que suelen tener mejores salarios; la proporción de todos los empleados de 65 años o más con al menos un título universitario es ahora del 53%, en comparación con el 25% en 1985.