"Ninguna nación puede ser una isla de democracia, en un mar de conflicto," dijo el expresidente guatemalteco Vinicio Cerezo.
Los expresidentes se reunieron en la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington D.C., en un foro con motivo del Trigésimo Aniversario de los Acuerdos de Paz Esquipulas que establecieron la paz en Centroamérica después de décadas de un conflicto civil que cobró cientos de miles de vidas. Los acuerdos marcaron el comienzo de los gobiernos democráticos en la región.
Desde entonces, han surgido nuevos problemas. El 40% de la población en América Central está por debajo de los 20 años de edad y el 57 % de ellos vive en la pobreza, estimulando así la violencia de pandillas que produce la tasa de muertes más alta del mundo. "Hemos intercambiado el conflicto ideológico por el conflicto del tráfico de drogas," dijo el expresidente chapín, álvaro Colom. "Hay más cadáveres ahora que durante la guerra," adhirió Armando Calderón, antiguo mandatario de El Salvador.
Los expresidentes estuvieron de acuerdo en que se necesitan políticas sociales y económicas más fuertes para llegar a los grupos marginados que generan la violencia. Estas incluyen vivienda, trabajos, y una educación mejorada, incluyendo la "necesidad de inculcar los valores y principios" para contrarrestar la cultura de pandillas. Estas deberían ser abordadas conjuntamente en un ámbito regional.
Cerezo señaló que los acuerdos Esquipulas de 1986 y 1987 establecieron una base estable política para el desarrollo de la democracia. Actualmente es una base estable para la inversión que podría generar el crecimiento económico que se necesita. él propuso que el mismo modelo de diálogo regional y cooperación de los acuerdos de 1986 y 1987 sean usados actualmente. El proceso podría incluso ser llamado Esquipulas III & IV. él instó al grupo a promover este enfoque entre los presidentes actuales.
Otros expresidentes presentes fueron Laura Chinchilla de Costa Rica y Nicolás Ardito Barletta de Panamá. El foro fue organizado por la Misión Presidencial Latinoamericana con el apoyo de la OEA, la Fundación Paz Global, la Fundación Esquipulas, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.