'Los responsables políticos de la zona euro siempre supusieron que Tsipras estaba negociando de buena fe. Lo creyeron mientras éste hacía campaña con una plataforma que pedía romper con los términos del acuerdo de rescate del país y revertir muchas de las reformas clave; lo siguieron creyendo cuando descartó la posibilidad de una coalición con el partido de centro y proeuro To Potami a favor de una alianza con los euroescépticos nacionalistas del partido de derecha Griegos Independientes. Pero ahora, los acreedores de Grecia están empezando a preguntarse si malinterpretaron las intenciones de Tsipras desde el comienzo. La semana pasada, se informó ampliamente que las conversaciones entre las dos partes se habían roto cuando el Fondo Monetario Internacional retiró su equipo negociador de Bruselas. De hecho, las negociaciones se habían roto mucho antes. El FMI había retirado discretamente a su personal una semana antes, después de haber pasado días en Bruselas sin hacer nada. Luego de pasar 24 horas en Washington D.C., el equipo regresó a la capital belga, pues Atenas había dicho que estaba lista para reanudar negociaciones, pero los representantes se quedaron nuevamente sin hacer nada durante una semana adicional.
Ahora, los acreedores de Grecia dicen que no saben qué quiere Tsipras, o más importante aún, qué puede ofrecer. Es probable que él mismo no lo sepa'. (Fuente: WSJ)