Por revistaeyn.com
¿Alguna vez ha sentido que vuelve de las vacaciones más agotado de lo que se fue? Se escucha constantemente: personas que, en su afán por aprovechar cada minuto, terminan transformando sus días libres en una maratón de actividades que los devuelve a la rutina laboral, igual o más cansados que antes.
María Méndez, presidenta y fundadora de Vacation is a Human Right (VIAHR), señala que descansar es un arte, y las vacaciones no siempre garantizan desconexión ni bienestar si no se planifican con conciencia.
"La cultura de la hiperproductividad ha contaminado incluso nuestros días libres. Queremos “sacarle el jugo” a cada destino, no perdernos nada, hacer más, ver más, compartir más. Sin embargo, olvidamos que el propósito de una pausa es justo lo contrario: bajar el ritmo, reconectar, descansar" apunta Méndez.
A esto se suma que muchas veces se viaja acompañados de los propios hábitos laborales: revisar correos, responder mensajes, seguir pensando en pendientes. Aunque cambie de escenario, no cambia de mentalidad.
¿Cómo planificar vacaciones que realmente recarguen?
Estas son algunas claves para diseñar unas vacaciones verdaderamente reparadoras, según Méndez:
-Prioriza el bienestar, no las fotos. El mejor recuerdo es su bienestar físico y mental, no el álbum repleto. Es imprescindible algún tipo de desconexión digital, pues la sobreexposición a pantallas y la conexión constante al trabajo a través de dispositivos impacta negativamente en el descanso. Siempre se recomienda usar dispositivos separados para lo personal y lo laboral, desactivar notificaciones y planificar actividades sin pantallas.
-Equilibrar descanso y actividad: No se trata de pasarse el día sin hacer nada, ni de incluir demasiadas actividades. Encontrar un punto medio que combine relajación con actividades placenteras es crucial.
-Experiencias nuevas y contacto con la naturaleza: Explorar nuevos entornos, especialmente en la naturaleza (playa, montaña, campo), puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y estimular la creatividad.
-Anticipar y planificar: La propia planificación de las vacaciones puede ser una fuente de felicidad y bienestar. La anticipación de nuevas experiencias y la organización previa pueden reducir la incertidumbre y aumentar los niveles de energía antes del viaje. Según un estudio del Institute for Applied Positive Research, el 97 % de los entrevistados afirmó que planear un viaje los hace felices y el 74 % que la planificación les permitía relajarse en medio de la incertidumbre previa al viaje.
-Escuchar a su cuerpo. Si necesita dormir, duerma. Si necesita caminar, hágalo. Si necesita silencio, elija destinos que lo respeten. Y siempre recuerde el propósito. ¿Por qué toma vacaciones? Para descansar. Mantén eso como prioridad, no como opción. Porque no es el destino... es cómo vives el viaje.
Las pausas no son un lujo, sino una necesidad. Por eso, Méndez invita a replantearte cómo está usando su tiempo de descanso y a buscar formas más conscientes de recargar energía.