Por revistaeyn.com
Un análisis de Microsoft revela que la jornada laboral ya no tiene un inicio ni un cierre definido, sino que se prolonga en forma de un flujo constante de correos, reuniones y notificaciones que agotan la energía de los colaboradores y reducen su capacidad de concentración.
Para un considerable grupo de profesionales, el día laboral empieza incluso antes de levantarse de la cama. Alrededor del 40 % de los usuarios de Microsoft 365 ya está revisando correos a las 6 a. m., tratando de marcar las tareas prioritarias antes de que el reloj llegue a la hora de entrada oficial.
Cada trabajador recibe, de media, 117 mensajes diarios, muchos de ellos revisados en menos de un minuto. Además, la proliferación de correos masivos (con más de 20 destinatarios) ha crecido un 7 % en el último año, mientras que los intercambios uno a uno han disminuido en un 5 %.
Apenas dos horas después, Teams desbanca al correo como la vía de comunicación principal: los trabajadores reciben 153 mensajes al día, un aumento interanual del 6 % que en algunas regiones supera el 20 %, según el estudio. Cada notificación o chat fragmenta la atención, impulsando un ritmo de trabajo frenético que va más allá de lo programado en el calendario.
Aunque la biología humana marca picos de rendimiento entre las 9 y las 11 a. m. y tras el almuerzo, la mitad de ese tiempo se consume en reuniones. Los martes concentran el 23 % de los encuentros, frente al 16 % de los viernes, dejando escaso margen para el trabajo profundo, indica el reporte.
Cada dos minutos, de media, un colaborador es interrumpido por un mensaje, una llamada o un correo, lo que convierte el llamado “descanso” de mediodía en otro paréntesis caótico.
SIN HORARIO FIJO
La tecnología ha difuminado tanto las fronteras horarias que las reuniones después de las 8 p. m. han subido un 16 % en un año, y uno de cada tres trabajadores revisa bandejas de entrada hasta las 10 p. m., con un 29 % de actividad a esa hora.
Incluso los sábados y domingos, casi el 20 % consulta el correo antes del mediodía, y más del 5 % vuelve a escribir mensajes en la noche dominical, lo que demuestra la llamada “presión de los domingos”.
¿Cómo recuperar el control, según Microsoft?
Enfocar el esfuerzo. Aplicar la regla 80/20: identificar el 20 % de las tareas que generan el 80 % de los resultados y delegar o automatizar lo que reste mediante IA y agentes.
Replantear la organización. Pasar de estructuras estáticas a equipos ágiles, formados alrededor de objetivos concretos y apoyados por inteligencia artificial para suplir carencias de manera inmediata.
Redefinir la cultura. Establecer expectativas claras sobre disponibilidad, horarios de desconexión y uso de herramientas, para marcar límites que protejan la creatividad y el bienestar.