POR EFE
La Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf) expresó su "condena enérgica" por la agresión sufrida por el seleccionador de México, Javier Aguirre, a quien le impactó en la cabeza una lata arrojada por un aficionado, en el partido disputado entre Honduras y la tricolor en San Pedro Sula, y adelantó que abrirá una investigación sobre el incidente.
La Concacaf ha remitido el caso a la Comisión Disciplinaria de la Concacaf para su" revisión e investigación" debido a la gravedad de la agresión, que causó a Aguirre una brecha con sangre, informa esta organización en un comunicado.
"La seguridad de los equipos y de los aficionados es una prioridad para la Concacaf. Este tipo de comportamientos violentos no tienen cabida en el fútbol", asegura la confederación perteneciente a la FIFA.
El suceso tuvo lugar al final del partido en el que Honduras se impuso a México por 2-0, correspondiente a la ida de cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf.

Al ir a saludar al seleccionador hondureño, Reinaldo Rueda, el técnico mexicano recibió el impacto del objeto en la cabeza, lo que provocó que empezara a sangrar y que tuviera que ser atendido por los servicios médicos.
Aguirre restó importancia al incidente, mientras que Rueda expresó su repulsa: "Eso no puede volver a suceder, ni aquí, ni en ningún estadio de Honduras, ni en ningún estadio del mundo. Estoy triste porque es un ser humano, porque así como golpearon al profe, me hubieron podido golpear a mí, él me fue a saludar en ese momento".
CUESTIONAN SEGURIDAD EN ESTADIO HONDUREÑO
El partido entre Honduras y México se comenzó a calentar días antes, con declaraciones de amos bandos.
Durante el partido del viernes, Aguirre, ante los abucheos hacia él y algunos jugadores del Tri, también jugó a lo suyo y mostró el dedo medio de sus manos al público en las gradas.
Quizá por eso, Aguirre le restó importancia a la agresión sufrida en el momento que se acercaba a saludar al colombiano Reinaldo Rueda, el técnico de Honduras tras la derrota sufrida ante los centroamericanos.
"Es fútbol", dijo sobre el golpe recibido, mientras que del juego enfatizó que "fue limpio, fue aguerrido, merecieron ganar ellos, no me queda más que felicitarlos, no sé de quejarme, es fútbol, un partido más, insisto, hay que reponernos", expresó el timonel de la selección mexicana.
La agresión a Aguirre empañó el triunfo de Honduras ante México y puso sobre el tapete la seguridad del Estadio Francisco Morazán, en el que hace 28 años los catrachos vencieron por primera vez en casa al Tri, también por 2-0, y que fue remodelado hace poco.
En el pasado reciente se han producido disturbios en el mismo escenario provocados por centenares de aficionados que, tras romper cercas de alambre y candados en las gradas, invadieron la cancha para protagonizar batallas campales entre seguidores de equipos del fútbol local.
Antes del partido, la Federación de Fútbol de Honduras (FFH) recomendó a los aficionados en redes sociales que no debían ingresar con "latas y botellas; astas, sombrillas, palos, cigarrillos, armas blancas o de fuego, pancartas políticas y religiosas".
Pero, al parecer, las bebidas en latas eran vendidas dentro del estadio, pese a que desde hace varios años se emitió una resolución de que solo se podían servir en vasos desechables que no representen ninguna amenaza para nadie.
El juego de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf se disputará el día 19 en Toluca, centro de México.