Por Crhoy.com
La estimación total de los daños causados por el huracán Otto podría tardar entre un mes y 6 semanas. A partir de esas fechas, el Gobierno podrá saber con exactitud cuánto dinero necesita para arreglar la infraestructura destruida, indicó José Francisco Pacheco, viceministro de Egresos.
Según el funcionario, la atención de la emergencia conlleva tres etapas:
Un periodo de estabilidad. Se atienden daños inmediatos que se puede solventar con el fondo de emergencia y los presupuestos de las instituciones públicas.
Estimación del impacto. Se calculan los daños en la agricultura, vivienda y en la infraestructura educativa y vial. Esta es la etapa que puede tomar un mes o más.
La implementación al final.
Pacheco, no obstante, explicó que algunas obras se pueden ejecutar desde ya. Además, algunos datos preliminares de la reconstrucción deben revisarse. Ejemplo de esto son los ¢8.500 millones que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) estimó para atender la reconstrucción vial.
¿De dónde saldrá el dinero?
Los recursos para la atención inmediata son provistos por el Fondo de Emergencia que maneja la Comisión Nacional de Emergencia (CNE).
Más adelante, una vez que las estimaciones totales estén listas, el Gobierno podrá echar mano de unos $30 millones a través del mecanismo CAT-DDO, del Banco Mundial.
"Esta es una fuente, el gobierno valorará su uso", indicó el viceministro.
Adicionalmente, el Ejecutivo ya solicitó $250.000 del BID y BCIE que corresponden a cooperación no reembolsable y que se utilizará para subsanar compras de urgencia como medicinas.
El Gobierno también valora pedir a Cepal el apoyo técnico que brinda en estos tipos de emergencia y que consiste en el envío de profesionales.
Todos estos recursos evitarían ejercer mayor presión sobre las finanzas públicas, las cuales han exhibido un déficit fiscal creciente durante los últimos años.
La estimación total de los daños causados por el huracán Otto podría tardar entre un mes y 6 semanas. A partir de esas fechas, el Gobierno podrá saber con exactitud cuánto dinero necesita para arreglar la infraestructura destruida, indicó José Francisco Pacheco, viceministro de Egresos.
Según el funcionario, la atención de la emergencia conlleva tres etapas:
Un periodo de estabilidad. Se atienden daños inmediatos que se puede solventar con el fondo de emergencia y los presupuestos de las instituciones públicas.
Estimación del impacto. Se calculan los daños en la agricultura, vivienda y en la infraestructura educativa y vial. Esta es la etapa que puede tomar un mes o más.
La implementación al final.
Pacheco, no obstante, explicó que algunas obras se pueden ejecutar desde ya. Además, algunos datos preliminares de la reconstrucción deben revisarse. Ejemplo de esto son los ¢8.500 millones que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) estimó para atender la reconstrucción vial.
¿De dónde saldrá el dinero?
Los recursos para la atención inmediata son provistos por el Fondo de Emergencia que maneja la Comisión Nacional de Emergencia (CNE).
Más adelante, una vez que las estimaciones totales estén listas, el Gobierno podrá echar mano de unos $30 millones a través del mecanismo CAT-DDO, del Banco Mundial.
"Esta es una fuente, el gobierno valorará su uso", indicó el viceministro.
Adicionalmente, el Ejecutivo ya solicitó $250.000 del BID y BCIE que corresponden a cooperación no reembolsable y que se utilizará para subsanar compras de urgencia como medicinas.
El Gobierno también valora pedir a Cepal el apoyo técnico que brinda en estos tipos de emergencia y que consiste en el envío de profesionales.
Todos estos recursos evitarían ejercer mayor presión sobre las finanzas públicas, las cuales han exhibido un déficit fiscal creciente durante los últimos años.
