Por revistaeyn.com
Con una tendencia al alza en los precios de dispositivos tecnológicos, cada vez más consumidores buscan opciones más accesibles sin comprometer calidad.
En ese contexto, los productos reacondicionados se consolidan como una alternativa viable. Los productos reacondicionados, también conocidos como refurbished, son artículos que ya han sido utilizados y que han pasado por un proceso de revisión, reparación y restauración llevado a cabo por el fabricante o un proveedor autorizado.
Este proceso asegura que el producto funcione como nuevo y esté en condiciones óptimas para un segundo uso, aunque puede presentar leves signos de desgaste estético.
A diferencia de un producto nuevo, el reacondicionado ha sido reacondicionado para extender su vida útil y ofrecer una alternativa más accesible y sostenible. Asimismo, los productos reacondicionados pasan por procesos de control de calidad, y la mayoría de ellos incluyen garantía.
De acuerdo con The Penny Hoarder, los productos reacondicionados pueden costar entre 15 % y 50 % menos que un producto nuevo, y en ocasiones se trata de equipos con características idénticas o similares a los lanzamientos más recientes.
Tiendamia ofrece una serie de recomendaciones para quienes deseen aprovechar esta categoría de productos:
1. Comprar en plataformas con respaldo y políticas claras. Adquirir productos reacondicionados en sitios que garantizan la autenticidad del producto y ofrecen devoluciones o reembolsos reduce el riesgo de fraudes.
2. Verificar si el producto es “certificado” o simplemente reacondicionado. Un producto certificado reacondicionado suele cumplir estándares más estrictos de revisión por parte del fabricante.
3. Revisar cuidadosamente la descripción. Es fundamental leer los detalles del estado del producto, si presenta marcas de uso, si incluye los accesorios originales, el empaque y la duración de la garantía. Algunos productos reacondicionados se entregan como nuevos.
4. Evaluar la vida útil esperada. Algunos productos reacondicionados, como laptops o teléfonos, pueden tener ciclos de batería más reducidos. Es importante verificar si se ha reemplazado la batería o si el rendimiento es óptimo.
5. Comparar precios con productos nuevos. No todos los reacondicionados representan una ganga. Comparar precios entre un producto reacondicionado y su versión nueva puede ayudar a determinar si realmente conviene la compra.
6. Leer reseñas de otros compradores. Las valoraciones de otros usuarios pueden dar señales claras sobre la confiabilidad del producto y del proveedor.
“Comprar productos reacondicionados es una excelente manera de obtener tecnología de calidad a un precio más accesible. Pero es clave hacerlo de forma informada y segura”, señaló Mariana Figuera, Regional Manager de Tiendamia.
Con el aumento en los costos de vida y la evolución constante de la tecnología, los productos reacondicionados se posicionan como una opción práctica, sostenible y accesible. Elegidos con criterio, pueden brindar un rendimiento comparable al de un artículo nuevo.